Boston. Autoridades de Massachusetts intentan recuperar el dinero de
quienes invirtieron en Telexfree, la compañía acusada el martes de
fraude y de operar una pirámide financiera en perjuicio de inmigrantes
brasileños en la región de Boston.
El abogado de Telexfree Mark Berthiaume
no respondió al mensaje que TheAssociatedPress dejó en su teléfono, y su
oficina en Marlborough continúa cerrada después que el martes pasado
agentes federales incautaron documentos internos de la compañía como
parte de la investigación.
La secretaría del estado de
Massachusetts informó este pasado miércoles a los jueces de Nevada,
donde la empresa se declaró en quiebra, de la demanda civil que impuso
contra Telexfree, una compañía que alegaba dedicarse al rubro de
telecomunicaciones con sede en Massachusetts y Brasil.
Con esa acción, las autoridades
buscan asegurar la devolución del dinero de los inversionistas. Sólo en
Massachusetts, la empresa recaudó 90 millones de dólares y en el resto
del mundo un billón, según los investigadores.
“La corte de Nevada ya sabe de nuestra
acción, y eso debe ser usado por el juez cuando resuelva el caso”, dijo
Brian McNiff, el vocero del secretario de estado de Massachusetts
William Galvin.
Galvin acusó a Telexfree de operar una
pirámide financiera, puesto que no vendía un producto real y prometía
ganancias exorbitantes a cambio de colocar avisos en la Internet. Para
acceder a las ganancias, los socios debían pagar 289 ó 1.375 dólares de
acuerdo a los planes que eligieran. Según la investigación, la empresa
pagaba con el dinero traído por los nuevos inversionistas.
La acción de Galvin demanda que se
proteja los intereses de los que invirtieron en la compañía. Cuando las
empresas se declaran en quiebra bajo el Capítulo 11, según el código
norteamericano, ellas retienen el control de sus activos financieros
bajo la supervisión de una corte federal. La próxima audiencia entre los
Telexfree y sus acreedores se fijó para el 22 de mayo en Nevada.
En su declaración de quiebra, Telexfree
dijo que sus activos sumaban entre 50 y 100 millones de dólares. La
noticia de que la compañía se declaró en bancarrota se propagó como
reguero de pólvora creando una ola de pánico entre los inversionistas.
Muchos de los afectados son inmigrantes
de Brazil en la región de Boston, pero la compañía operaba en muchos
países de habla hispana y hasta en Africa. En los últimos días, personas
de la República Dominicana, Perú, Ecuador e incluso Uganda usaron las
redes sociales para quejarse y pedir justicia.
En Boston los brasileños inundaron con
llamadas a diarios y radios brasileñas y a las autoridades locales para
saber cómo podían recuperar su dinero. VemViver, el programa de radio
más popular entre la comunidad brasileña que se trasmite desde
Framingham, entrevistó a Galvin, quien adujo que iba a ser difícil
recuperar el dinero, pero que su oficina está empeñada en hacer todo lo
posible.
“Nuestra meta es saber donde se fue el dinero y donde está”, dijo.
En 2006, la empresa Foneclub fue
investigada por autoridades en Massachusetts por operar una pirámide
financiera, similar a Telexfree, que perjudicó a miles de brasileños.
Telexfree aún está funcionando, dijo una
empleada de la empresa que alquila dos suites pequeñas a Telexfree en
el edificio de tres pisos donde funcionan estudios de abogados, empresas
de software y sensores electrónicos, entre otros negocios. La empleada
que no quiso identificarse dijo que hace tiempo no ve a Carlos Wanzeler,
quien aparece en documentos como el director ejecutivo y gerente de
Telexfree.
En un video titulado “Informativo
Telexfree Internacional” colocado en Youtube el 17 de abril, Carlos
Costa, uno de los responsables de la compañía en Brasil, se dirigió a
los inversionistas.
“Confíen en Dios’, dijo Costa en
portugués. “La empresa cambió la vida de miles de personas en todo el
mundo y la empresa tiene la misión de continuar haciendo eso. Con el
favor de Dios, vamos a salir de esta situación”, enfatizó.
Sobre las acusaciones de fraude y operar
una pirámide financiera en los Estados Unidos, Costa dijo que era falso
y que confiaba en la justicia. En julio del año pasado, un juez en
Brasil detuvo las operaciones de Telexfree, donde sólo en Acre, un
estado en la amazonía brasileña, atrajo más de un millón de
inversionistas.
AP
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