Rosemere do Nascimento Silva había soñado desde pequeña llegar volando a su boda. Sin decirle nada su novio, decidió darle la sorpresa y contrató un helicóptero para que la hiciera aterrizar en el campo en las afueras de San Pablo donde celebrarían su matrimonio el domingo pasado.
Pero cuando la aeronave estaba cerca de aterrizar, cayó a tierra, causando la muerte de sus cuatro ocupantes: la novia Rosemere, su hermano Silvano Nascimento da Silva, el piloto Peterson Pinheiro (el piloto) y la fotógrafa Nayla Cristina Neves Lousada, embrazada de seis meses.
El novio, Udirley Damasceno, que esperaba en el altar, y los 300 invitados, que desconocían que la novia viajaba en helicóptero, tardaron en enterarse de lo que había ocurrido.
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