Por Andree Cardona
Ser columnista y/o periodista de opinión es un
privilegio que los demás deben valorar, hoy en día las sociedades están
carentes de accesos a mejor sistema educativo, mejor sistema de salud pública,
un sistema que permita mayores oportunidades y visibilidad para la gente joven.
Ser columnista de opinión tiene como misión crear consciencia colectiva de
determinado suceso que se tiene, es común ahora que en redes sociales o en las
calles vociferen diferentes sectores críticos pero sin propuestas.
Latinoamérica ha vivido una transición democrática
importante en los últimos 40 años, restablecimientos importantes del orden
democrático post conflicto, debe ser un ejemplo para poder conocer la historia
desde ese ángulo y poder así transmitir a las nuevas generaciones la
importancia de promover, preservar y animar a la generación de opinión pública,
eso sí, una opinión pública sin confrontar ni difamar sino que publicada con
objetividad sin politizaciones, con ánimos de mejorar la política, economía, la
cultura, lo educativo, lo social.
Una interpretación sincera de la democracia obliga a
la más estricta tolerancia con el criterio ajeno. No debe verse jamás en el crítico,
un adversario sino más bien un amigo interesado que habla con recta y sana
intención y dice con claridad los errores y defectos que los palaciegos y
cortesanos callan, porque la acción de ellos no responde a ningún interés
superior sino más bien al torrente de ambiciones y apetitos que lo impulsa a
vivir siempre genuflexo y siempre en actitud de aprobación aun frente a
aquellas cosas que no pueden juzgarse sino como errores.
Nunca un pueblo recibe una lección tan alta de
civismo como cuando los hombres de mandos, accesibles a la crítica popular, se
deciden a hacer grandes correcciones. Esa consecuencia con la opinión pública,
esa permeabilidad para la crítica, determinan el verdadero sentido democrático
sin equívocos ni falseamientos. No basta con la proclama constante de que
existe libertad, hay que darle un sentido más vigoroso al concepto mostrándose
atento a los reclamos de opinión, atendiendo sus demandas, rectificando los
errores que ella señala.
El periodismo de opinión constituye una importancia
ineludible para el funcionamiento de un Estado, es la rama del periodismo por
medio de la cual la opinión del ciudadano que trabaja diariamente por vivir, se
mueve, se hace sentir. La democracia tiene muchos elementos, pero uno que de
verdad es destacado es la libertad de expresión muchas veces burlada en países
Latinoamericanos, por ser incómoda a gobernantes de turno.
La crítica constructiva es sana, el primer mundo lo
pudo entender desde hace décadas, Latinoamérica debe de ir al encuentro de un
verdadero respeto y aceptación de la opinión pública, de los columnistas que
hacen la opinión pública en la variedad de temáticas que la sociedad exige.
Sobre el autor:
Andree Cardona, columnista de opinión para medios
Centroamericanos e internacionalista de profesión, escribe para La Prensa Gráfica
El Salvador, El Siglo de Guatemala, La Prensa Nicaragua, La Nación de Costa
Rica, Panamá América de Panamá, Reporte Brasil que es un medio de noticias en
español sobre acontecimientos de Brasil y Mercosur, escribe también para el
semanario Orientación diario del Arzobispado de San Salvador, “considera
fundamental la libertad de opinión siempre y cuando sea objetiva para el
desarrollo de un país”.
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