La intensificación de los conflictos y la sequía persistente
en varias regiones del mundo hicieron aumentar a 124 millones el número de
personas que enfrentaban una crisis o emergencia alimentaria a fines de 2017,
un 15% más que el año anterior, según un informe publicado ese jueves.
En 2016, este mismo informe elaborado por la Organización de
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Unión Europea y
otras organizaciones internacionales, estimaba que 108 millones de personas
sufrían inseguridad alimentaria grave, ya en fuerte alza frente a los 80
millones de 2015.
AFP
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