Por Ruddy Dotel
La República Dominicana es en este momento el país
del caribe que llega más sustancias prohibidas (drogas), de Sur América, América
Central, que entra como "Pedro por su casa", con la complicidad de
autoridades de todos los niveles del poder del Estado. Esta mercancía sigue su
ruta a Los Estados Unidos y Europa y un por ciento para el consumo interno.
La compra de voluntades de parte del narcotráfico
internacional en la esfera militar y civil es un problema grave, ya que los
cargamentos de drogas llegan con suma facilidad a esta media isla por aire, mar
y tierra.
Además tenemos instituciones débiles, principalmente
la actuación política y complaciente del Poder Judicial (jueces Y fiscales),
que es parte del conjunto de males que nos lleva por el camino de la
inseguridad y la intranquilidad.
Con la agresión del expelotero de Grandes Ligas David
Ortiz, de parte de mercenarios es indicativo de que aquí nadie está seguro de
ser víctima de un sicario para que les arranque la cabeza por el encargo de una
persona que pagó por su despedida a destiempo de este mundo.
Nuestro país es todavía seguro, sin embargo el
consumo y tráfico de estupefaciente sigue en aumento (un 10%) en los últimos años,
problema que viene a ser un desafío para las agencias antidrogas y para la
sociedad en general, pues se ha demostrado que los hechos de atracos, robos,
asaltos y crímenes en su mayoría son dirigidos principalmente por el crimen
organizado.
Hay que enfrentar ahora (hoy), con energía y valentía
este cáncer social, de lo contrario, mañana estaremos con una cultura de
muerte, sangre, miedo y temor al nivel de México, donde nadie tiene segura su
cabeza.
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