
El Consejo de Transición Política (CTP) y el Consejo Electoral Provisional (CEP) han reconocido su incapacidad, colapsando la esperanza de celebrar comicios en noviembre de 2025 y pateando la primera vuelta presidencial y legislativa hasta el 1 de febrero de 2026.
La crisis electoral en Haití es oficial. Tal como se había previsto, la esperanza de celebrar elecciones el próximo 15 de noviembre ha colapsado.
El Consejo de Transición Política (CTP) y el Consejo Electoral Provisional (CEP) han reconocido formalmente su incapacidad, colapsando la esperanza de celebrar elecciones en noviembre de 2025 y pateando la primera vuelta presidencial y legislativa hasta el 1 de febrero de 2026.
Pero este fracaso, que el CTP juzga necesario para "garantizar una organización ordenada y transparente" tras constatar que el plazo original de 90 días era insuficiente, esconde la verdad más grave: Haití se dirige directamente hacia el inminente vacío de poder que tanto teme la ONU.
El problema no es el retraso, sino la fragilidad del nuevo compromiso y la peligrosa brecha legal que inaugura.
Tres meses sin autoridad legítima
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de su Representante Especial, Carlos G. Ruiz Massieu, ya encendió las alarmas, advirtiendo que el país se dirige hacia un "colapso institucional" sin precedentes.
La razón es sencilla, pero devastadora, y constituye el riesgo central de la transición. Veamos: La fecha límite legal e inamovible para la expiración del período de transición y del mandato del CPT es el 7 de febrero de 2026. Su acuerdo fundacional no permite una prórroga.
El calendario electoral, por su parte, prevé la toma de posesión del nuevo jefe de Estado el 14 de mayo de 2026.
Esto crea una peligrosa zona gris institucional de más de tres meses (exactamente 96 días) sin una autoridad legítima o constitucional al mando.
Si no se establece y acepta un mecanismo claro de gobernanza de emergencia para este lapso, el temor de la ONU a un colapso se convertirá en una realidad inevitable.
La fuente del riesg
El riesgo de vacío de poder no es accidental, sino que está integrado en la propia estructura de la transición y se agrava por la ingobernabilidad actual.
El CTP tiene una "fecha de caducidad" obligatoria (el 7 de febrero de 2026); la incapacidad de organizar las elecciones antes de esta fecha fuerza la brecha con la investidura presidencial.
El primer ministro y el Gabinete, que actúan como gestores diarios, perderán su fuente de legitimidad (el CTP) después del 7 de febrero. Su autoridad quedará gravemente comprometida, exacerbando la crisis constitucional.
Fuente Listin Diario

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