POR RUDDY DOTEL
Todo el mundo felicitó a Danilo Medina cuando escuchó el discurso de toma de posesión del Gobierno en el Congreso Nacional, pero cuando fue al Palacio Nacional se le olvidó que para hacer y cumplir con sus promesas de "Manos a la obra", tiene que nombrar personas nuevas en la dirección del Estado, pero que tengan deseo de trabajar y no estar manchado por el oro corruptor.El encanto y la esperanza del pueblo dominicano duró menos que una cucaracha en un gallinero, tras nombrar más del 70% de los funcionarios del Gobierno de Leonel Fernández, y lamentablemente las nuevas autoridades que llegaron al poder son del sector externo que le dieron grandes cantidades de recursos para la candidatura de Medina, y recibieron como premio una posición en el gabinete.
La oportunidad de formar un gabinete nuevo en la administración pública y estructurar su gobierno donde la población fiara su confianza, pero el compromiso de Danilo Medina con funcionarios del Comité Político y Central del Partido de Liberación Dominicano, que tenían ocho años en los dos gobiernos seguido del PLD, han creado un desencanto generalizado en la colectividad.
Las ideas plasmadas de este novel gobierno de condenar la corrupción, y dejar en el cargo a personas muy cuestionadas, hasta personeros que fueron separados de sus puestos por presiones externas, lavar activos y actos ilícitos. El discurso pronunciado por Danilo Medina dicta de la tierra a la Luna, pues hay muchas incongruencia, pues dice una cosa y a la hora de actuar hace otra, por ahora el hombre comenzó mal con la primeras designaciones.
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