Por Ramón Colombo
Si alguien quisiera comprobar, con
dolor y tristeza, lo absurdo en las prioridades de nuestro “Estado”
(lamentablemente a veces tenemos que entrecomillarlo), que emprenda un
viaje (más bien peligrosa odisea) por el terrible camino de Piedra
Blanca a San José de Ocoa, pasando por Rancho Arriba, tercer polo
agrícola del país, con más de dos millones de metros cuadrados de
invernaderos. Estoy seguro que se unirá, como yo, a la incontenible
rabia de esa laboriosa masa que le exige a Danilo cumplir una
inexplicablemente suspendida promesa que, por trunca, mutila toda
esperanza de progreso.
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