Dr. César Aquino Arias, ND, Biol.
Hacen varios años, caminaba en forma desapercibida en un parche de bosque relicto de la comunidad de Los Anones en Los Quemados. Embelesado al sentir el frescor del bosque y escuchar el murmullo de las hojas de los árboles, que se mecían al compás del suave viento que soplaba aquella mañana prístina, donde las aves con sus trinos acompasaban los movimientos filarmónicos de la naturaleza.
De trecho en trecho, o abriendo camino al andar, continué caminando loma abajo, y de pronto, resbalo ligeramente y para no caerme traté de agarrarme de una pequeña rama, en ese instante, en fracciones de segundos, veo que una pequeña parte de la rama empieza a moverse, mil pensamientos se agolparon de pronto en mi mente, entonces el instinto de preservación me hizo retirar la mano, perdí el balance y al suelo fui a dar. Una vez me levanto, la mente se refresca, el corazón empieza a latir nuevamente de forma rítmica y mi sistema nervioso central, vuelve a la calma, miro nuevamente la rama y en ella veo a La María Palito, como si nada hubiera pasado, era mi primer encuentro personal con este tipo de insecto.
Este insecto llama la atención por su capacidad para mimetizar la naturaleza que les sirve de hábitat. Por eso les llaman también insecto palo, insecto hoja, mariaseca, palopalito, juanpalo, caballo de bruja o insecto corteza. Estos son llamados fásmidos término derivado de la palabra griega Phasma que significa aparición o fantasma, pues son especialistas del camuflaje. Son más de 2,500 especies de estos animales que se conocen en el planeta.
Pueden sorprendernos en cualquier momento cuando caminamos por nuestras campiñas, aunque son difíciles de distinguir porque adquieren la forma de las ramas u hojas de los árboles donde viven. Si usted quiere conocerlos la próxima vez que salga al campo, esté atento y vera que no es tan difícil encontrarnos a uno de estos insectos tan peculiares de esa naturaleza prodiga que Dios nos regaló.
La María palito es un insecto muy escurridizo, lo encontramos sobre los troncos y las ramitas de los árboles, su cuerpo tiene apariencia de palito y tienen patas muy largas, también semejando palitos.
Encontramos la María palito solo en las regiones tropicales, son de hábitos nocturnos y durante el día permanecen inmóviles descansando, recuperando energía para en la noche buscar sus alimentos en las hojas de las plantas con flores. La gran mayoría de estos animales son folívoros (alimentan principalmente de brotes tiernos, yemas de crecimiento, y hojas tiernas).
La María palito presenta dimorfismo sexual es decir las hembras son mucho mayores que los machos cuando son adultos. Presentan ciclo de vida sencillo, con metamorfosis incompleta, es decir que cuando nacen del huevo ya tiene la forma definitiva de su cuerpo, solo van creciendo tras sucesivas mudas.
Estos son animales inofensivos, aunque de todas las especies conocidas hasta el momento, solo hay dos que pueden ser venenosas, pero no la tenemos en la República Dominicana.
Quizás por su forma la María palito y otros insectos del mismo grupo, han sido acompañantes de creencias religiosas y culturales en muchos pueblos. Por ejemplo los nativos de Barbados, les llaman Caballos de Dios y creen que estos sirven para transportar a sus dioses de un lugar a otro. En Costa Rica, Honduras y Nicaragua, se cree que si los insectos palos lo pican a los pocos días se ponen flacos, se secan con si se tratase de una extraña maldición y podrían morir con el tiempo, por eso le llaman también Mariasecas.
Aunque los insectos palos en sentido general producen sustancias irritantes altamente toxicas como mecanismo de defensa para evadir a sus enemigos naturales, la secretan por el tórax y son muy efectivas para evitar que aves y arañas los coman.
Por igual también en nuestro país se han tejidos diversas historias de la María palito. Algunos señalan que al que lo pica se muere. De esto no hay evidencias. Las que tenemos no muerden.
Después de mi encuentro con la María palito, asombrado por su parecido con las ramas de las plantas, proseguí mi camino, buscando aprender más de la bella naturaleza que Dios nos regaló.
Fuentes:
http://www.scielo.unal.edu.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-548X2006000200009&lng=pt&nrm= 12-4-2014

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