WASHINGTON.-El agujero en la capa de ozono sobre la Antártida
finalmente ha comenzado a cerrarse, reveló el jueves un nuevo estudio.
En un triunfo de la cooperación internacional frente a un
problema ambiental provocado por el hombre, una investigación conjunta de
Estados Unidos y Gran Bretaña muestra que el agujero en esa capa que aparece
entre septiembre y octubre se está haciendo más pequeño y se forma más adelante
en el año.
El estudio publicado en la revista Science también revela
otros indicios de que la capa de ozono está mejorando luego de ser consumida
por sustancias químicas en aerosoles y en refrigerantes.
El ozono es una combinación de tres átomos de oxígeno, que
en la parte superior de la atmósfera protegen a la Tierra de los rayos
ultravioleta del sol.
Desde el año 2000, el agujero se ha reducido en 4,5 millones
de kilómetros cuadrados (1,7 millones de millas cuadradas) en el crucial mes de
septiembre, un declive de cerca de una quinta parte de su tamaño, reveló el
estudio.
La diferencia es casi seis veces más grande que el estado de
Texas. También le toma unos 10 días más alcanzar su mayor tamaño, indicó la
investigación.
El agujero no se cerrará por completo sino hasta mediados de
siglo, pero la recuperación ocurre antes de lo que los científicos anticipaban,
señaló la autora principal del estudio, Susan Solomon del MIT.
“No es solo que el paciente esté en remisión”, comentó Solomon.
“En realidad está mejorando. El paciente se enfermó de
gravedad en la década de 1980, cuando bombeábamos todo ese cloro” a la atmósfera.
“Creo que es una tremenda causa de esperanza” para arreglar
otros problemas ambientales, tales como el cambio climático provocado por el
hombre, comentó Solomon, quien encabezó dos expediciones estadounidenses a la
Antártida para medir la capa de ozono en la década de 1980 y también ha sido líder
en el estudio del calentamiento global.
En la década de 1970, los científicos dejaron entrever que
la capa de ozono del planeta — ubicada a una altitud de entre 10 y 50 kilómetros
(6 a 30 millas) en la estratósfera — estaba adelgazándose debido a sustancias
químicas llamadas clorofluorocarbonos que provenían de los aerosoles y los
refrigerantes.
Esas sustancias se descomponían para conformar cloro que
atacaba el ozono, que a esa altitud protege a las personas de los rayos
ultravioletas vinculados al cáncer de piel.
Entonces, a principios de la década de 1980 comenzó a
aparecer en octubre un agujero en la capa de ozono sobre la Antártida —y
posteriormente en septiembre y octubre—, lo que convirtió el asunto en un
problema urgente.
La capa se adelgazó en otros lugares del planeta y ya comenzó
a sanar en la sección ecuatorial, pero el hoyo sobre la Antártida era la herida
abierta que atrajo la atención del mundo.
El Protocolo de Montreal, un tratado mundial firmado en 1987
para frenar gradualmente el uso de sustancias químicas que dañan la capa de
ozono, hizo que las compañías desarrollaran nuevos productos que no consumieran
esa capa.
Sin embargo, los científicos dijeron que tomaría tiempo antes
de que el problema se solucionara. Ahora la situación está mejorando, no solo
estabilizándose, con base en nuevas observaciones con distintos métodos para
medir la capa de ozono, dijo Solomon.
“Hay una sensación de `misión cumplida””, escribió el mexicano
Mario Molina de la Universidad de California en San Diego, que compartió el
Premio Nobel de química en 1995 por ser uno descubridores de las causas del
agujero en el ozono. Elogió el estudio, en el que no participó. Fuente Periódico El Día
0 comentarios:
Publicar un comentario