Elementos como el control “inocente” y el sometiendo por
parte de su pareja sentimental, son señales que la mujer debe tener en cuenta
para determinar si está frente a un posible feminicida.
Así lo precisó este lunes Luis Vergés, director del Centro
de Intervención Conductual para Hombres, ante la creciente ola de feminicidios
que han estado ocurriendo en los últimos años en el país.
“Un feminicidio es el resultado de un patrón de violencia
que viene establecido desde hace mucho tiempo. La mayor parte de los
feminicidios ocurren entre el quinto y el sexto año de la relación y el factor
más detonante, casi siempre, es la separación”, manifestó el también sicólogo
entrevistado en el programa “Enfoque Matinal”, que se transmite por NCDN, canal
37. Subrayó que esta historia inicia en el noviazgo.
Indicó que estos elementos de control y el sometimiento en
un hombre con mentalidad abusiva, irán en aumento a medida que pasen los años,
por lo que irá incrementando la dosis de control, especialmente en parejas que
tienen discrepancia en la edad.
“En el único estudio que hemos hecho en el país encontramos
que el promedio de edad era de 11 años que le llevaban los agresores a las víctimas
y una de las conclusiones que obtuvimos en ese estudio, es el tema del manejo
del poder. Hay etapas en la vida, donde por razones de edad la persona ha
consolidado más ciertas variables de poder, lo que le da una premisa para poder
someter y controlar”, explica el experto.
Asimismo, sostuvo que cuando hay una gran diferencia de edad
entre la pareja, la diferencia de intereses y la necesidad de participación
desde el punto de vista social, el riesgo de que se generen agresiones aumenta.
Resaltó que el promedio mayor de feminicidios no está en
mujeres menores de 20 años, sino en entre los 20 y 40, lo que da a entender que
se están produciendo en la etapa productiva de la mujer, tanto del punto de
vista laboral, como en formación en términos de intereses.
Vergés entiende que en cuanto al tema existe “una mala
consejería”, desde el punto de vista de qué se le dice a la víctima cuando
quiere dejar una relación, debido a que normalmente cunado una mujer quiere
dejar una relación, encuentra a alguien que trata de convencerla para que se
mantenga dentro de la relación, lo que podría llevar a un desenlace fatal de la
misma.
Atribuyó la situación al modelo mental de la cultura
dominicana, el cual denominó “modelo mental abusivo”.
El director del Centro de Intervención Conductual abogó por
una preparación de la ciudadanía para que puedan ser capaces de detectar señales
en personas con mentalidad abusiva como el sometimiento, control, la no
democracia y la inequidad de género.
Dijo que los hombres agresores o con mentalidad abusiva no
buscan mujeres empoderadas debido a que se convierte en factor de riesgo,
debido a que necesita tener control.
“Los hombres agresores leen en la cabeza de la mujer la
sumisión, la dependencia, leen el perfil que es el que se articula con el tipo
de relación que necesita para sentirse cómodo”, explicó el sicólogo.
Familia reproduce estereotipos
A juicio de Vergés, en las escuelas, familias y medios de
comunicación se siguen reproduciendo estereotipos sexistas, un modelo abusivo
en la comunicación y normalizando la violencia en contra de la mujer.
“Eso lo seguimos viendo de forma sutil, pero también de
forma descarada. Hay gente que dice que cuando nosotros recomendamos que una
mujer vaya para no la maten, estamos destruyendo una familia”, manifestó.
Hay muchos hombres abusivos
Vergés informó que en el centro que dirige han intervenido 13
mil hombres abusivos en ocho años.
Resaltó que los hombres más violentos son aquellos que lucen
tranquilos y que no dan a conocer sus resentimientos o iras, lo que puede dar
al traste a violencia.
“Hay una dinámica emocional, las emociones son internas que
se activan cuando nuestras necesidades están amenazadas y una de las emociones
es la rabia, que cuando no se manifiesta de forma apropiada puede ocurrir que
se detone en violencia”, explicó el experto.
Contrario
a la mujer, que según el sicólogo, en su mayoría no convierte el sufrimiento en
rabia y hay una recuperación del dolor porque busca ayuda. Fuente El Caribe
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