Este tipo está intentando devolver a su piel su
estado original no duchándose.
«¿Por qué mi caballo se pasa el día revolcándose en
su propia porquería?»
Era una pregunta muy rara para hacerla en una cita,
pero fue la que cambió la vida de David Whitlock. Ocurrió hace 12 años, el
tiempo que lleva David Whitlock sin bañarse.
Movido por la necesidad de hallar una respuesta a esa
pregunta, este químico, que hoy cuenta con 60 años, se puso manos a la obra. Tras
realizar algunas investigaciones, Whitlock descubrió que los caballos se
frotaban con bacterias vivas para proteger la flora cutánea.
Whitlock tomó una muestra de estas bacterias
beneficiosas, capaces de neutralizar organismos y sustancias peligrosos para la
piel, y las añadió a un pulverizador, con el que ha estado rociándose desde
entonces en sustitución de la higiene habitual. Estas bacterias, entre otras
funciones, descomponen el amoniaco, que es el que causante del mal olor de
nuestro sudor.
Todo esto forma parte de un intento por recrear las
condiciones originales de la piel. Únicamente utiliza agua cuando necesita
eliminar la suciedad. Aparte de eso, Whitlock procura no mojarse, porque al
hacerlo destruiría la flora natural de la piel.
Su empresa, AOBiome, ahora produce el espray con
bacterias oxidantes del amoniaco (AOB) para uso comercial bajo el nombre Mother
Dirt.
Por solo 49 dólares , este espray ahorrará al que lo
utilice la necesidad de ducharse constantemente y el uso excesivo de productos
cosméticos, según asegura Whitlock. Charlamos con el científico por Skype sobre
este estilo tan particular de higiene retro.
Motherboard: Señor Whitlock, ¿de verdad no se ha
duchado ni una vez desde que utiliza el espray de AOB?
David Whitlock: No, por supuesto. Sigo usándolo y
sigo sin ducharme. Como siempre.
¿Con qué frecuencia utiliza el espray?
Dos veces al día, una por la mañana y otra por la
noche. Y también cada vez que me lavo las manos.
Entonces, ¿no es necesario aplicarse el espray por
todo el cuerpo?
Bueno, solo si quieres lavarte el cuerpo entero. Pero
yo solo me lavo las manos. El resto de mi cuerpo está, digamos, estabilizado. Las
bacterias de mi piel se encuentran en un estado muy estabilizado a largo plazo.
El espray solo me hace falta para las partes del cuerpo que me lavo con agua,
porque elimino las bacterias beneficiosas. Si me diera una ducha normal, luego
tendría que rociarme todo el cuerpo con el producto.
¿Qué cambios ha experimentado su cuerpo después de
doce años con este tipo de higiene?
El mayor cambio, y también el más sorprendente, es
que ahora siempre estoy de buen humor. Por lo demás, todavía no he recopilado
datos para valorar otros aspectos. Por supuesto, tengo la piel muy suave y en
buenas condiciones, pero ya lo estaba antes de empezar con esto. Nunca he
fumado ni soy amante de los bronceados.
Y ¿a qué se debe que esté siempre de buen humor?
Bueno, esto ya son especulaciones, pero según las revistas
científicas, el óxido nítrico es un parámetro psicológico muy importante. Controla
muchas funciones cerebrales, por poner un ejemplo. El estrés es consecuencia de
unos bajos niveles de óxido nítrico. Por tanto, cuando estos son altos [como en
el caso de Whitlock al no ducharse], actúan como un mecanismo antiestrés.
En eso precisamente se basan las técnicas de meditación
de mindfulness: en aumentar el nivel de óxido nítrico. Si este está presente en
tu piel, es un poco como si estuvieras meditando. Todo está unido psicológicamente.
Los beneficios que la meditación aporta a la salud están relacionados con el óxido
nítrico, según los estudios. Así pues, no ducharse es una forma de meditación
para la piel.
Entonces, ¿recomendaría a todo el mundo que dejara de
ducharse y que utilizara espray de AOB?
No. Yo lo hago, pero no hace falta dejar de ducharse
para disfrutar de los beneficios de las bacterias oxidantes del amoniaco. Basta
con aplicarse el producto después de secarse para restaurar el equilibrio en la
flora cutánea.
Vale, entonces se trataría de seguir duchándose y de
empezar a utilizar el espray. ¿Tiene intención de volver a ducharse alguna vez?
Mmm, no. Solo lo eché de menos durante los primeros
meses. A estas alturas sería absurdo volver a hacerlo. Yo lo veo como un ahorro
de entre 10 y 15 minutos al día, sumados durante doce años. Ducharse,
simplemente, no sale a cuenta.
Ha estado produciendo el mismo espray que lleva doce
años utilizando y comercializándolo en su sitio web como un producto de higiene
de nombre Mother Dirt. ¿Cómo le va el negocio y cuál es su perfil de cliente?
La mayoría son jóvenes de entre 25 y 35 años que han
desarrollado cierta conciencia sobre su salud. Cada vez hay más gente en
grandes ciudades como Nueva York y San Francisco que han dejado de confiar en
la medicina convencional. Piensan que sus médicos no están al día en cuanto a
investigación y ciencia. Muchos han dejado de usar lociones o desodorante. Elaboramos
nuestro espray en biorreactores con bacterias extraídas del suelo.
¿Hay otros usos para el espray?
Ahora estamos trabajando con la FDA para probar el
producto en el tratamiento de infecciones y otras dolencias de la piel. Por
otro lado, estamos intentando convencer a la industria cosmética de que se
planteen el uso de la flora cutánea como un cosmético natural. No existen datos
que indiquen que deberíamos eliminar las bacterias de nuestra piel. Al
contrario, estamos convencidos de que son tan importantes para la flora cutánea
como lo son para la intestinal. Son absolutamente esenciales para el ecosistema
de la piel.
Aquí, en EE.UU., se ha declarado una guerra abierta
contra las bacterias. Los niños ya no juegan en la calle, y algunos incluso
llevan espráis desinfectantes encima. Las enfermedades cutáneas como el acné se
han triplicado en 30 años. El uso de antibióticos también es mucho más
frecuente aquí. La gente confunde «limpio» con «estéril».
Para acabar, me gustaría hacerle una pregunta
personal: ¿alguna vez le ha dicho alguien que huele mal?
No, a no ser que no me haya cambiado de ropa, pero es
algo que hago regularmente.
Fuente Infobae.com
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