WASHINGTON (AP) — El presidente Donald Trump dijo el
martes que quiere que vengan inmigrantes a Estados Unidos “de todas partes”, a
pesar de que días atrás afirmó a puertas cerradas que prefería a los
inmigrantes de países como Noruega y no de África.
“Queremos que vengan de todas partes, de todas partes”,
dijo Trump. El mandatario respondió a preguntas de la prensa luego de reunirse
con el presidente de Kazajistán, Nursultan Nazarbayev, en la Casa Blanca.
Al comenzar la segunda semana de repercusiones de un
término obsceno empleado por Trump, sus colaboradores están trabados en un
debate sobre la palabra con la que el presidente describió a ciertos países
durante una conversación con senadores acerca de la inmigración.
Se informó que Trump usó la palabra “shithole” (“de
mierda”) durante las conversaciones del jueves pasado en la Oficina Oval, una
versión ratificada por el senador demócrata Dick Durbin y algunos republicanos.
“Ratifico cada palabra que dije sobre lo que se dijo
y lo que sucedió”, insistió Durbin el martes.
Sin embargo, ahora se debate en la Casa Blanca si
Trump dijo “shithole” o “shithouse” (retrete fuera de la casa). Una persona que
asistió a la reunión dijo a los colaboradores que escucharon esta última,
mientras otros recuerdan que el presidente dijo “shithole”, tal como se ha
informado ampliamente, según una persona allegada a las reuniones pero no
autorizada a hablar públicamente sobre ellas.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen
Nielsen, declaró bajo juramento ante la Comisión Judicial del Senado que “no
escuchó” a Trump usar el término vulgar, aunque no “niega que el presidente usó
términos rudos”.
“Otros en el salón también usaban términos rudos”,
aseguró.
La fuente cree que esta discrepancia explicaría por
qué algunos senadores republicanos niegan que el presidente haya dicho “shithole”
al referirse a los países africanos además de Haití y El Salvador.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah
Sanders, dijo que Trump “no se disculpará por tratar de reparar nuestro sistema
inmigratorio”.
Sanders dijo a la prensa que Trump “no ha dicho que
no empleó términos rudos” en la reunión.
Consideró “indignante” el hecho de que los demócratas
califiquen las declaraciones de Trump de “racistas”.
Trump no ha aclarado a sus colaboradores qué fue lo
que dijo exactamente, pero sostuvo ante los periodistas en Florida el domingo
por la noche que las declaraciones que se le atribuyen “no fueron hechas”. La
Casa Blanca no ha negado que Trump empleara un término vulgar y parece haber
poca diferencia entre el significado de ambos términos.
Mientras continuaba el debate, en Washington reina la
incertidumbre sobre si se producirá una paralización de actividades del
gobierno el viernes a medianoche, cuando finalice una medida temporaria de
financiación, a falta de un acuerdo sobre inmigración y otros asuntos.
El panorama parece más complicado que nunca en vista
de la conversación en la Oficina Oval y Trump ha acusado a Durbin de socavar la
confianza necesaria para llegar a un acuerdo. El Caribe
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