Por José Nova
Algunos
personajes se encuentran presentes en la mayoría de los carnavales

El
carnaval es una de las manifestaciones culturales donde la imaginación y la
creatividad están muy marcadas. En la República Dominicana, la capacidad de
crear personajes atractivos ha ido de la mano con el crecimiento de esta
celebración, que mezcla elementos africanos y europeos con nuestra historia
colonial e independentista y la tradición cristiana.
Un
universo de personajes inundan las calles, sin embargo, el centro de atención
en el carnaval dominicano es el Diablo Cojuelo. Tiene diferentes nombres, de
acuerdo a los grupos que le dan vida en cada región. En Santiago se llama Lechón,
en Puerto Plata se denomina Taimáscaro y en Mao es conocido como Abechisa,
entre otros. Este personaje tiene una historia que se explica de manera
antropológica. En el carnaval de La Vega, por ejemplo, los primeros diablos
tomaron las calles a partir de 1906. Desde entonces, cada año el número ha ido
creciendo para llenar las vías de gran colorido y alegría.
De
negro en la celebración
Califé
Uno
de los personajes que está presente en la mayoría de los carnavales dominicanos
es el Califé. Se identifica por vestir con saco negro de cola de pingüino y
pantalones negros con un largo gorro, más exagerado que los sombreros de la
clase alta que se utilizaban en la epoca de la colonia. Tiene pintada de negro
la cara y, aunque algunos investigadores dicen que los labios y el borde de los
ojos deben llevar tono rojo, en la mayoría de los casos lo hacen con el blanco.
Porta un bastón y en algunos casos acompaña sus rimas y versos al compás del
sonido de una güira.
Alegoría
a los indígenas
El
Indio
El
indio, alegoría que se le hace a los indígenas, es una representación que se
encuentrar en celebraciones de San José de Ocoa, Azua, San Juan de la Maguana,
Sabana Grande de Boyá, Santiago, Higüey, El Seibo y Santo Domingo, entre otras
ciudades, aunque sus características varían dependiendo del lugar. Según se
destaca en el Museo del Carnaval Vegano, este personaje se identifica por su
poca vestimenta. Lo común es verlos caminando descalzos, con falda elaborada
con pencas de coco, llevan pulseras, maquillajes en el rostro y portan lanzas,
arcos y flechas.
Robalagallina,
palo con ella…
Robalagallina
No
hay un carnaval dominicano donde este personaje esté ausente. De acuerdo a los
investigadores, el Robalagallina se originó con la ocupación haitiana (1822-1844).
Es una de las figuras más jocosas, que se distingue por la exageración de su
busto y su trasero, que le permiten crear una pronunciada cadera. Normalmente
es un hombre vestido de mujer, que simboliza a una persona que se roba una
gallina antes de ser castigado. El colorido de su vestimenta y el maquillaje
exagerado ayudan a crear un personaje más divertido, que se cubre con una
sombrilla y lleva una cartera llena de dulces para arrojar al público. El
Robalagallina más popular del país es el que personifica el santiaguero Raudy Torres.
Simbolismo
africano
El
Tiznao
Es
un personaje pintado totalmente de negro, en algunos lugares se les llama
africanos y waikiki. En San Cristóbal adquiere un nombre muy diferente: Pepes. Las
sustancias para forrarse con ese color es una mezcla sorprendente. Lo habitual
es que utilicen aceite quemado de los vehículos y residuos de gomas quemadas
mezclada con agua; visten falditas de hojas secas o de pencas de coco, se
pintan la cara de diferentes colores, llevan pulsas, aretes, argollas en la
nariz y portan un palo que representa una lanza.Fuente EL Caribe


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