Otro 24 de abril
Por Richard Simé
Definitivamente 1,424 días de haber ajusticiado la bestia, no fueron suficientes para erradicar el temperamento dictatorial de quienes actuaron como esbirros del que tuvo la democracia de un país en sus bolsillos.
Esos burgueses infectados de superioridad no obtuvieron victoria alguna gracias a que la semilla sembrada en la calle del arquillo numero 155 residencia de la señora Josefa Pérez de la Paz seguía germinando en los valientes coroneles Fernández Domínguez – Caamaño Deñó. Verdaderos patriotas que no les importó arriesgar su vida para evitar el retroceso democrático que buscaban los golpistas del profesor.
“Permítame decirle que continuaremos la lucha suceda lo que suceda” fueron palabras de Caamaño al embajador representante del imperio invasor, como muestra de su coraje y su disposición de no desmayar hasta cumplir con su patriótico y glorioso objetivo.
Lamentablemente desde hace 47 años no ha existido líder tan potable moralmente como para lograr que el pueblo se adueñe de una situación, en estos tiempos no quisiera que tomaran los fusiles, pero si la conciencia y que como pueblo empecemos a resolver los males que nos afectan de forma colectiva a todos los que a base de tanto esfuerzo, tortura y sangre derramada todavía nos llamamos dominicanos.
Esos burgueses infectados de superioridad no obtuvieron victoria alguna gracias a que la semilla sembrada en la calle del arquillo numero 155 residencia de la señora Josefa Pérez de la Paz seguía germinando en los valientes coroneles Fernández Domínguez – Caamaño Deñó. Verdaderos patriotas que no les importó arriesgar su vida para evitar el retroceso democrático que buscaban los golpistas del profesor.
“Permítame decirle que continuaremos la lucha suceda lo que suceda” fueron palabras de Caamaño al embajador representante del imperio invasor, como muestra de su coraje y su disposición de no desmayar hasta cumplir con su patriótico y glorioso objetivo.
Lamentablemente desde hace 47 años no ha existido líder tan potable moralmente como para lograr que el pueblo se adueñe de una situación, en estos tiempos no quisiera que tomaran los fusiles, pero si la conciencia y que como pueblo empecemos a resolver los males que nos afectan de forma colectiva a todos los que a base de tanto esfuerzo, tortura y sangre derramada todavía nos llamamos dominicanos.
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