Nelson Figueroa controló la leña cibaeña para acercar a los Leones a su campeonato número 15 tras un triunfo 9-0
Ayer, el Valle de la Muerte estuvo silenciado. Los fanáticos amarillos que asistieron poco o nada gozaron, pues los Leones del Escogido no dieron oportunidad. El equipo que estaba marginado para la clasificación, ahora ha cruzado la frontera de la serie (que se juega a un 9-5) de cara al campeonato. Los Leones viajaron ayer a Santiago y en el denominado Valle de la Muerte, le asestaron la tercera derrota de la serie final a las Águilas Cibaeñas, con un contundente marcador 9-0.
Nelson Figueroa le dio la tranquilidad que desde el montículo necesitaba el dirigente Audo Vicente. Si bien los melenudos se habían anotado los dos primeros juegos, sus lanzadores fueron incapaces de avanzar más allá de tres entradas y dos tercios (Edward Valdez 3.0 el viernes; Tomás Santiago 3.1 el sábado). Pero Figueroa, que no ganaba un partido desde el pasado 28 de diciembre (venció a las Estrellas y encadenó cuatro derrotas), lanzó ocho entradas completas. Igual malestar tienen las Águilas, el abridor que más lejos ha llegado ha sido Ángel Castro (4.1). Su compañero, Seth Etherton siguió ayer el desequilibrio monticular aguilucho con 2.2 entradas de cinco hits y dos vueltas.
Los Leones tomaron ventaja 2-0 en el segundo acto con una combinación de Jordany Valdespín y el mexicano Jorge Cantú. Valdespín conectó un toque que salió de globito por encima del lanzador, pero imposible de sacar para el segunda base, Joaquín Arias. Luego Cantú despachó un cuadrangular a lo más alto de las gradas del prado izquierdo.
Valdespín falló en el tercero contra el zurdo Kelvin de la Cruz y corredores en primera y tercera. En el quinto, no le perdonó la estrategia a Félix Fermín que trajo a Robert Livingston -otro zurdo- y le disparó un doble al prado derecho que impulsó a Ramón Santiago, desde la antesala y a Starling Marte, desde la inicial para coronar un rally de tres vueltas y aumentar la ventaja 5-0. Sólo Leslie Anderson fue el único en blanco por los rojos.
No hacía falta más. Con Figueroa en el montículo las cosas estaban resueltas, cada lanzamiento fue un latigazo que controló el vuelo aguilucho. Sólo cuatro indiscutibles, pero ponchó a siete y sólo Manny Ramírez fue el único en llegar a la antesala, además ser el que más le adivinó los trucos a Figueroa a quien le dio dos indiscutibles. Un doble y un segundo hit que quiso extender a doble y fue hecho out. Francisco Cordero tiró un noveno perfecto para cerrar el juego.
Aun así, los Leones continuaron con dos más en el sexto, gracias a un elevado de sacrificio de Ramón Santiago para que anotara Fernando Tatis y Jesús Feliciano que aprovechó una pifia de Héctor Luna, en disparo del jardinero derecho Leury García. Las veces que los Leones han anotado, lo han hecho por rally, excepto el sábado que marcaron una en el segundo.
Fuente El Caribe
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