EDITORIAL

  La naturaleza en Bonao comienza a renacer de nuevo con el cierre de Falconbridge

POR RUDDY DOTEL

Nuestra provincia Monseñor Nouel era la más pródiga en vegetación, ríos, aves, belleza de sus montañas, la frescura de sus aguas, sus pintorescos balnearios, pero cuando inició la extracción mineral en el año 1972 la empresa extranjera Falconbridge, nuestro valle comenzó a morir lentamente. Todo se contaminó, y el paisaje de Bonao dejó de ser una de las ciudades más atractivas del cibao y el país.

Era una tierra bendecida por Dios, con un ambiente natural, fuentes acuíferas llena de toda clase de peces, bosques de plantas frutales, aves con sus cantos celestiales adornaban este pintoresco valle de las Hortensias. Hoy queda poca cosa, pues Falcondo acabó con tó. 

Pero no "hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista", pues después de casi 50 años realizando sus operaciones mineras en las montañas de Bonao y La Vega, decide esta compañía cerrar por un tiempo  no precisado, hasta tanto los precios del ferroníckel en el mercado internacional se estabilicen.

Para sorpresa de los habitantes de este terruño de tierra, es que ha observado el cambio de la naturaleza en pocos meses que tiene cerrada Falconbridge,  donde los árboles frutales están llenos de flores, las lluvias y las  nubes caen en suaves caricias sobres las montañas, y el clima ha ido mejorando poco a poco. ¡Bonao no se ha muerto de hambre, su economía sigue en franco desarrollo sostenible! Un ambiente sano y los recursos naturales es una bendición de Dios que no tiene precio...