CRACOVIA, Polonia. Agentes de las fuerzas de seguridad
polacas se trasladaban el martes en autobuses a Cracovia mientras miles de jóvenes
se aglomeraban, un día antes de la llegada del papa Francisco a la ciudad para
celebrar la Jornada Mundial de la Juventud, un encuentro que reúne a católicos
de todo el mundo.
Los presentes dijeron estar asombrados por el asesinato de
un sacerdote de 86 años, que murió degollado el martes en una iglesia en
Francia a manos de dos agresores que posteriormente fueron abatidos mortalmente
por la policía.
El arzobispo Georges Pontier, presidente de la conferencia
de obispos franceses, comentó desde Cracovia sobre el ataque: “nos sorprendió,
nos conmovió y nos asqueó”.
Exhortó a los cristianos a no desalentarse ante actos tan
inhumanos. Después de una serie de ataques en Europa, las autoridades polacas
tratan de ofrecer garantías de que las fuerzas de seguridad del país están
preparadas para el evento masivo, en el que el papa oficiará de miércoles a
domingo. Fuente Periódico Hoy
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