En los 172 años de existencia, la Constitución de la República
Dominicana ha sido un espejo que ha reflejado muy bien la sociedad. De hecho,
las reformas siempre han estado vinculadas a la correlación de fuerzas
predominantes. Pero en cada circunstancia, a partir del 6 de noviembre de 1844,
la carta fundamental ha mantenido su esencia. Es la base en que descansa la
Nación, su territorio y el sentido de la soberanía nacional.
La Constitución ha podido transitar caminos diversos, desde
el conservadurismo hasta el liberalismo. Hasta la versión actual, que define a
la República Dominicana como un “Estado Social y Democrático de Derecho”, y que
reafirma la integridad nacional, fundada en el respeto a la dignidad humana,
los derechos fundamentales, el trabajo, la soberanía popular y la separación e
independencia de los poderes públicos.
Ha vivido toda suerte de modificaciones, pero ha sido el
sustento de la continuidad de la República y sus instituciones, y eso es
fundamental. Asienta las bases para la defensa y permanencia de la República,
su organización e institucionalidad, el predominio de los derechos, los deberes
ciudadanos y la relación entre los dominicanos y el mundo.
Pese a todo ello, en nuestra historia hemos padecido un déficit
de aceptación y aplicación de la Carta Magna, con características propias en
cada período. Tiene que ver con la evolución de la Nación.
Con la versión constitucional de 2010, que refleja a la
sociedad de estos tiempos, tratamos de apostar a que ese documento entre de
verdad a nuestras vidas como una guía para la acción.
Satisface que se haya dado un paso de avance en la dirección
pautada por el acápite 13 del artículo 63 que ordena a las instituciones de
educación a instruir sobre valores de ciudadanía, la enseñanza de la Constitución,
de los derechos y garantías fundamentales, la convivencia pacífica y la
nacionalidad.
El decreto 310-16 del Poder Ejecutivo que ordena el
cumplimiento de esa ordenanza constitucional, más el acuerdo entre el
Ministerio de Educación y el Tribunal Constitucional para materializar lo
pautado en la Carta Magna contribuirán a forjar una nueva ciudadanía y una
mejor República. Fuente El Caribe

0 comentarios:
Publicar un comentario