El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró
este viernes que la “paciencia” con Corea del Norte se acabó, al fin de una
visita a Washington del líder de Corea del Sur, Moon Jae-in.
“La paciencia estratégica con el régimen de Corea del
Norte fracasó. Ha fracasado por muchos años. Francamente, la paciencia se acabó”,
dijo Trump durante una ceremonia conjunta con Moon en los jardines de la Casa
Blanca
De acuerdo con el mandatario estadounidense Corea del
Sur y Estados Unidos enfrentan “la amenaza del régimen brutal e irresponsable
de Corea del Norte”, y añadió que “su programa nuclear y de misiles requiere
una respuesta firme”.
Desde que llegó a la Casa Blanca Trump buscó convencer
a China que ejerza su influencia para contener al gobierno de Corea del Norte,
aunque por el momento la opción no ha mostrado resultados.
La situación se tornó aún más tensa después que el
gobierno de Pyongyang liberó y envió de retorno al estadounidense Otto
Warmbier, quien había sido detenido hace 18 meses en Corea del Norte.
Warmbier llegó a Estados Unidos en coma y falleció pocos
días después a causa de una infección cerebral cuya causa nunca fue esclarecida.
Trump recibió este viernes a Moon en el Salón Oval
para una reunión cuya agenda estaba en gran parte dedicada a discutir las
tensiones con Corea del Norte a raíz de sus ensayos de misiles y la continuidad
de su programa nuclear.
Aún antes del inicio de la reunión a puertas
cerradas, durante una rápida declaración a la prensa, Trump había dicho que había
“muchas opciones” abiertas con relación a Corea del Norte.
Por su parte, en esa oportunidad Moon dijo, a través
de un traductor, que con Trump había mantenido “una discusión muy honesta sobre
varios temas, incluyendo Corea del Norte”.
Los dos mandatarios compartieron una cena en la noche
del jueves, cuando ya adelantaron varios de los temas de la conversación.
Moon busca en la capital estadounidense apoyo a su
intención de lograr algún tipo de aproximación entre Seúl y Pyongyang, y para
ello tiene en agenda reuniones con varios legisladores.
Inclusive antes de desembarcar en Washington Moon había
sugerido que Seúl y Washington deberían ofrecer algún tipo de concesión a
Pyongyang. Trump, en cambio, parece dispuesto a abandonar las esperanzas que
tenía de una ayuda de China para controlar a Corea del Norte.
Este viernes, Trump evitó criticar en público la
estrategia defendida por Moon, pero sugirió que no estaba dispuesto a un
esfuerzo de aproximación.
“Estados Unidos hace un llamado a otras potenciales
regionales y a las naciones responsables a que unan a nosotros en la
implementación de sanciones”, dijo el presidente estadounidense.
Por su parte, Moon dijo que “el más serio desafío
para nuestras dos naciones son las amenazas nucleares y misilísticas de Corea
del Norte”.
El nuevo presidente surcoreano añadió que “empleará tanto
sanciones como un diálogo un abordaje en fases para buscar una solución al
problema nuclear con Corea del Norte”.
También este viernes Moon dijo que había invitado a
Trump a visitar Seúl “este año”, y anunció que el presidente estadounidense
aceptó esa invitación.
Estados Unidos tiene en la actualidad unos 28.000 soldados
en Corea del Sur.
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