Es
realmente inaudito y preocupante el auge que está tomando en la actualidad el
abuso sexual infantil.
La
información recopilada por el fondo de las Naciones Unidas para la infancia
(UNICEF) muestra que 1 de cada 4 niñas y 1 de cada 7 niños es abusado
sexualmente (República Dominicana está incluida en esas estadísticas). Sin
embargo según el Consejo Nacional de la Niñez (CONANI) en República Dominicana
1 de cada 3 niñas y 1 de cada 5 niños son víctima de abuso sexual.
Si
realizamos un análisis comparativo sobre las estadísticas de estos dos
organismos de protección a la infancia encontramos que en República Dominicana
el problema es mayor con relación a otros países de la región del caribe, tal y
como lo reflejan las estadísticas de UNICEF.
En
esa misma línea, la coalición de ONG´s para la infancia citaron que de acuerdo
con las cifras oficiales en el periodo Enero – Diciembre 2018. Se registraron
1290 casos de abusos sexuales, 2004 casos de seducción a menores y 308 casos de
incesto; esta información es alarmante, si además tomamos en cuenta que de los casos
de abuso sexual infantil solo el 15% presentan denuncias.
Todo
lo antes expuesto corrobora las ideas de Echeburría y Coral (2006) “No es fácil
determinar la incidencia real del abuso sexual infantil, puesto que ocurre
generalmente en un ambiente como es la familia”. Donde además los niños y niñas
se sienten impotentes para revelar el abuso y están en una situación de
indefensión.
En
tal sentido, podemos decir que dar o recibir información completa sobre los
abusos sexuales en la niñez en República Dominicana no es posible pues la
mayoría de los casos no son denunciados, como muestran los estadísticos antes
expuestos.
Todos
debemos ser parte de la solución de este problema tan devastador como es el
abuso sexual infantil, es mínimo empoderar a la población en sentido general a
las familias y a los mismos niños/niñas y adolescentes, pues mientras más personas
informadas hayan menos víctimas habrán.
Sobre
el abuso sexual infantil, se debe hablar siempre sin importar si el niño-a
pregunta o no del tema, ya que mientras más claridad tenga el niño o niña sobre
el tema más protegido va a estar.
Es
importante tomar acciones sobre este terrible mal, sobretodo denunciar puesto
que el silencio, además de darle poder, deja sin sanciones a los abusadores; y
las víctimas sin oportunidad de ser intervenidas adecuada y oportunamente.
En
ese mismo tenor, vamos a presentar las principales secuelas que deja el abuso
sexual infantil muy especialmente cuando no se interviene adecuadamente a las
víctimas:
-
El abuso sexual infantil
aumenta 4 veces más el riesgo de tener cualquier enfermedad en la edad adulta.
-
2 veces más riesgo de tener
depresión.
-
3 veces más riesgo de tener
ansiedad.
- 5 más riesgo de tener
trastornos de personalidad.
-
7 veces más riesgo de tener
trastornos de conducta.
También
enfermedades médicas como el dolor crónico pueden presentarse hasta 6 veces
más. Otros estudios médicos que quienes fueron abusados sexualmente en la niñez
tienen mayor riesgo de consumir drogas, alcohol, comportamiento antisocial,
convertirse en abusadores sexuales, así como también riesgos de sufrir estrés
postraumático (TEPT), explosiones de ira, angustia permanente, situación de
culpa y tristeza de muy difícil control y alto riesgo de suicidio.
Espero
que este artículo sea una voz de alerta e impacte en gran manera la conciencia
colectiva para que todos unidos pasemos de las palabras a los hechos, y así
acabar de manera radical con este mal.
Debemos atender al llamado de prevenir y denunciar el
abuso sexual infantil. Cualquier persona que tiene conocimiento o sospecha de
una situación de abuso o de violación de derechos de niños, niñas y
adolescentes está obligado a denunciarla ante las autoridades competentes (Art.
14, Ley 36-03)
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