Rafael Molina manifestó que se opuso a las pretensiones de la empresa para la construcción de sus obras
"El acuerdo suscrito por el Ayuntamiento de Cotuí y la Barrick Gold
no fue el mejor", admitió el alcalde de esa ciudad, Rafael Molina
Lluberes, en El Gobierno del Sábado, de la Z101.
"Entiendo que en el contrato de la Barrick Gold se cometieron
flagrantes violaciones a la Constitución y la soberanía nacional",
enfatizó.
"A Cotuí no le corrrespondía nada antes de la firma del convenio",
expresó. Agregó que en el documento, la referida empresa se comprometió
a dar al cabildo 7 millones de dólares.
"Entregó 2 millones. Se fijaron cuotas de 550 mil dólares
semestrales, hasta concluir nuestra gestión, pero eso no se cumplió. Se
rompió todo", enfatizó.
Relató que la compañía pretendía imponer las obras que se construyeran con los recursos que entregó, a lo que "nos opusimos".
Manifestó que acudió al Palacio Nacional a una reunión que duró ocho
horas en el despacho del entonces consultor jurídico del Poder
Ejecutivo, Abel Rodríguez del Orbe, quien le habría expresado que el
asunto había que resolverlo.
Proclamó que los seres humanos tienen derecho a equivocarse, y que
cayó en un error. "El dinero que le entregó la Barrick Gold al
Ayuntamiento nos ha dado dolor de cabeza, proque el pueblo cree que son
muchos millones", manifestó.
Anunció que sometió ante el Tribunal Constirfucional la revisión del
contrato con la Barrick Gold, sustentado en las violaciones a la Carta
Magna.
"He retomado la lucha contra la Barrick, luego que la compañía
gastara unos 15 millones de pesos en grupos populares para tratar de
desacreditar al cabildo de Cotuí", subrayó.
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