El 64% de la mano de obra en el sector agrícola dominicano es de
origen haitiano, según un estudio dado a conocer por el Centro de
Formación y Acción Social (CEFASA).
En algunos rubros la mano de obra haitiana se hace imprescindible
debido a que los trabajadores dominicanos son escasos para las labores
agrícolas. Es el caso del arroz, donde la mano de obra haitiana alcanza
un 80%, o el banano, donde los trabajadores haitianos llegan al 70% de
la mano de obra utilizada en este cultivo.
La participación de la mano de obra haitiana en la economía
dominicana es creciente no solo en la agricultura sino también en los
sectores de la construcción y el turismo.
La investigación fue auspiciada por la Unión Europea y realizada por
los expertos en economía agrícola Agustín González y Saúl Abreu, quienes
encontraron que el Estado recibiría 7,300 millones de pesos si se
decide a regularizan la situación de los trabajadores de origen haitiano
en el país.
En el documento de 339 páginas se muestra el interés del empresariado
dominicano de dar pasos junto con el Estado para resolver un problema
que está afectando no solo la imagen del país en el exterior sino por el
cual el Estado dominicano ha sido condenado en la corte internacional
de derechos humanos.
Al dar a conocer el libro en Santiago, el director del CEFASA,
sacerdote jesuita José Núñez, dijo que el Estado experimenta
contradicciones que se expresan entre la mano de obra que necesita el
país para la producción y su disposición para regularizarla.
"La investigación describe, mide y analiza el impacto económico de la
mano de obra haitiana y dominicana indocumentada de ascendencia
haitiana en los procesos productivos de caña de azúcar, arroz, café,
banano, construcción y la economía informal", expreso Núñez frente a un
nutrido público formado por empresarios, académicos y dirigentes
sociales.
Especificó que en el documento también se analiza la política
migratoria y el estatus legal de los trabajadores haitianos y su
descendencia, así como los mercados binacionales, la presencia de la
comunidad haitiana en las universidades y el gasto social.
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