EDITORIAL

   NIÑOS INOCENTES TRANSFORMADOS EN SERES  DEGENERADOS

¿A quién culpar o acusar de la cantera de infantes que día tras día aumenta cómo en terreno fértil, de niños inocentes y promisorios que son transformados en seres degenerados, con una alta dosis de resentimiento social? Algunos acusarían al Estado, por su incapacidad de resolver los problemas de salud, educación, trabajo y seguridad social, otros dirían que es la familia, donde los padres crían a sus hijos sin amor, y los abandonan a su suelte, y una minoría afirman que es la sociedad la responsable ser un paraíso de los vicios: drogas, prostitución, corrupción, criminalidad, inseguridad, asaltos, robos y atracos.

Tanto el Estado, la sociedad y la familia tienen la obligación de preparar, corregir y educar, y brindar afecto a la niñez desde sus primeros años de existencia, para que ese producto tenga una reproducción cargada de valores éticos, sociales y culturales que ayuden a convivir en armonía, paz y tranquilidad.

Sin embargo es inconcebible, inconsciente que tantos padres bien intencionados predican la moral en calzoncillos tras enseñarles a sus hijos ejemplos malsanos tales como juegos de lotería, vicios de drogas, alcohol, violencia en el hogar, palabras hirientes, maltratos a ellos y a su esposa y los peor de ser hombres sin amor y sentimientos.

Hay que tomar en cuenta los problemas que afectan a la familia, en primer lugar la economía, pues todos los problemas son por el dinero y después la falta de comunicación, el desempleo y otros males como es la ignorancia, la droga y el alcoholismo. Todavía estamos a tiempo de salvar a la familia como grupo social que está unido por las relaciones de parentesco, tanto por vía sanguínea como por relaciones afectivas.  9 de marzo del 2013