Hoy se cumplen 48 años de la Guerra de
Abril, un acontecimiento que tuvo implicaciones económicas, sociales,
políticas e ideológicas, y que dejó un claro mensaje a los sectores
poderosos de la época: que el pueblo tenía la suficiente conciencia para
terminar para siempre con los golpes de Estado en el país.
La Guerra Civil estalló el 25 de abril
de 1965. el líder militar constitucionalista fue el coronel Francisco
Alberto Caamaño. De inmediato, jóvenes pertenecientes a grupos de
izquierda y seguidores del líder del PRD, se unieron al movimiento
organizando en la capital guerrillas urbanas. Uno de sus objetivos era,
además del regreso de Bosch, la destrucción del aparato militar
trujillista, intacto después de la muerte del dictador y protegido
durante el Consejo de Estado y el Triunvirato.
Los tres primeros días fueron de
intenso combate. Las fuerzas constitucionalistas preparaban el ataque a
San Isidro, bastión del otro grupo militar. Todo quedó en preparativos,
a pesar de que se libraron intensas batallas frente al Puente Duarte,
único punto por el cual la ciudad podía ser atacada por el grupo de san
Isidro. El presidente de los Estados Unidos, Lyndon B. Johnson, envió el
28 de abril de 1965 a más de 40,000 marines norteamericanos a tierras
dominicanas so pretexto de proteger vidas y vienes de los ciudadanos de
los Estados Unidos.
El movimiento en contra del Triunvirato y
la política de Donald Reid Cabral, que buscaba perpetrar un golpe de
Estado, desembocó en una Guerra Civil de graves consecuencias. La
Intervención Norteamericana de 1965 tiene también explicaciones de orden
geopolítico. La Revolución Cubana se había fortalecido. Existía el
peligro de la internacionalización de los focos guerrilleros para
expandir la revolución socialista. Recordemos que para esa época, estaba
también la escalada bélica en Vietnam. Parecía que la misión de los
Estados Unidos era la de convertirse en el principal luchador contra las
fuerzas comunistas del mundo.
La presencia de los marines
norteamericanos fortaleció al grupo militar que enfrentaba a los
constitucionalistas. La ciudad de Santo Domingo quedó virtualmente
dividida en dos mitades. De mayo a septiembre de 1965 el país contó con
dos gobiernos militares: el Gobierno Constitucionalista, cuyo presidente
era el coronel Francisco Alberto Caamaño, y el Gobierno de
Reconstrucción Nacional, a cuya cabeza estaba el general Antonio Imbert
Barreras, uno de los organizadores del complot que perpetró la muerte de
Trujillo y declarado anticomunista. Los enfrentamientos prosiguieron a
lo largo de esos meses.
La Guerra de Abril no termino por la
acción militar, sino gracias a la diplomacia internacional. La
Organización de Estados Americanos (OEA) jugó un papel estelar. En
agosto de 1965 se iniciaron formalmente las negociaciones. El 3 de
septiembre de ese año se firmó el Acta de Reconciliación Nacional. Ambos
Gobiernos acordaron renunciar y elegir un Gobierno Civil provisional
que estaba presidido por Hector García Godoy. Otros acuerdos fueron: la
celebración de las elecciones en 1966, la declaración de una amnistía
general, el desarme de los civiles y el retiro de los militares
norteamericanos.
Además del Acta de Reconciliación, se
firmó el Acto Institucional, especie de constitución para elegir el
lapso entre el cese de las hostilidades y la toma de posesión del nuevo
Gobierno Constitucional.
La tarea de organización de la
elecciones fue cumplida por el presidente García Godoy. Se abogaba por
la instauración de un gobierno democrático, pero existía entre los
sectores de poder de que Bosch pudiese retornar, al resultar ganador de
la contienda electoral. Se asomaba de nuevo el fantasma del comunismo y
el peligro de una nueva Cuba en el Caribe, esta vez instalada por vía
democrática. Había que hacer algo. Los sectores de poder apostaron al
Partido Reformista, que lideraba Joaquín Balaguer. El Partido
Revolucionario Dominicano. Organización política fundada por Bosch, su
candidato presidencial para esas elecciones, debió sufrir las
consecuencias de no haber sido elegido como favorito de los sectores que
parecían decidir los destinos del país.
Durante los meses que duro el
proceso, el flujo de masas, la algarabía popular por participar en la
contienda electoral, se vio afectada por la represión. Se afirma que
durante el proceso mas de 300 dirigentes del PRD fueron asesinados, como
una forma de advertencia. La vida del líder de ese partido peligraba,
teniendo que hacer campaña política desde su casa y haciendo uso de la
radio. Joaquín Balaguer ganó los comicios, iniciando el periodo conocido
como Los Doce Años de Balaguer . Una vez más Bosch Partió al exilio.
Sang Ben, Mu-Kien Adriana . Historia Dominicana: ayer y hoy.– Santo Domingo: Susaeta, 1999, P.165-167.
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