EDITORIAL
Loma Miranda es un patrimonio del mundo, es uno de los lugares vírgenes que le quedan a la humanidad, pues allí se encuentran 98 plantas endémicas, de 202 que tiene la isla incluyendo Haití, pues esta situación indica que este lugar sagrado es intocable, innegociable, forma parte de la vida del pueblo dominicano.
Este paraíso está ubicado a unos 17 kilómetros de la zona urbana de La Vega, compartiendo su área con Monseñor Nouel, su altura mayor está localizada a unos 658 metros sobre el nivel del mar, formando parte de la Cordillera Central, con una riqueza natural en biodiversidad de flora que contribuye con el eficiente régimen de lluvias en la región del Cibao Central.
En su tupidos bosques se encuentra una rica fauna, donde hay aves en extinción, tal como el barrancolí, pájaro bobo, cuyaya, cucú, cotorras, pericos, ruiseñor, chua chua, perdiz, lechuza y otras más, que solo habitan en este pulmón natural llamado Loma Miranda.
El gobierno negó el permiso de explotar Loma Miranda a Falcondo, el informe técnico del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, consideró inviable el proyecto, ahora el Congreso Nacional tiene el deber mediante una ley declarar este bosque parque nacional, y el presidente de la República promulgar esta medida patriótica para así conservar intacto este recurso natural fuente de agua y vida para las presentes y futuras generaciones.
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