MIAMI. Como náufrago en una milagrosa
tabla de salvación, Miami Heat agarró 32 puntos de LeBron James, un
triple grande de Ray Allen y dos tapones de oro de Chris Bosh para
vencer 103-100 a San Antonio Spurs el martes, y extender a un séptimo
juego la final por el campeonato de la NBA.
Los Spurs estuvieron a 5,2
segundos de ganar su quinto título cuando, con ventaja de 95-92 en la
pizarra, el veterano Allen encestó un triple desde un costado para
mandar el partido a un tiempo extra.
En el complementario, Bosh
realizó sendos bloqueos a Tony Parker y el escopetero Danny Green, y
Allen encestó cuatro puntos, incluyendo dos tiros libres con 1,9
segundos por jugar, que redondearon el pizarrón y le dieron a Miami
empate 3-3 en la serie, con la posibilidad de jugar el jueves el partido
decisivo.
“Fue un juego de mil demonios. Un juego
de mil demonios. Un juego de tiempo extra. Un juego de errores. Y ellos
terminaron en el bando ganador”, se lamentó el entrenador de los Spurs,
Gregg Popovich.
Por Miami, James coleccionó su
segundo triple-doble de la serie con 32 cartones, 10 rebotes y 11
asistencias, el base Mario Chalmers reapareció en la anotación con 20
unidades, Dwyane Wade encestó 14 puntos y Bosh cerró con 10 tantos, 11
tablas y los dos robos de marras.
Los Spurs echaron en el saco de la
derrota un notable trabajo de su gigante Tim Duncan, quien cerró con 30
puntos y 17 rebotes, mientras Kawhi Leonard aportaba 22 cartones y 11
balones bajo las tablas, Parker se iba con 19 unidades y el argentino
Manu Ginóbili con 9 tantos, 4 rebotes y 3 asistencias.
“Estuvimos a 5 segundos de ganar
el título, pero fallamos tiros claves y ellos jugaron una buena
defensa. Ahora tenemos que salir a pelear el séptimo”, dijo Ginóbili al
terminar el encuentro.
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