EDITORIAL

El gobierno debe enfrentar con seriedad y responsabilidad el problema de las drogas

POR RUDDY DOTEL

Parte de los actores del crimen organizado de República Dominicana salieron a la claridad con la información de que dos fiscales y oficiales de la Dirección Central Antinarcóticos de la Policía Nacional (Dican), fueran sometido a la justicia  involucrados en el robo de los  950 kilos de cocaína.

Quién pensaría que una agencia  antidrogas y fiscales adjuntos de la Procuraduría General de la República, fueran parte de una red de malhechores entrelazados al mundo de la delincuencia del narcotráfico, pues los jefes de perseguir y controlar este flagelo, sean ahora los responsables de robar, repartir y vender las drogas incautadas.

Pero también se descubrió que muchos puntos de drogas son operados y dirigidos por algunos miembros de las instituciones que "velan y controlan", este sucio  y criminal mercado.  Tanto así que una joven de nombre Crisania Soriano de la comunidad de Hato Mayor que era extorsionada dijo que trabajaba en el microtráfico y que dejó esto de repartir drogas "porque estaba harta de darle miles de pesos a agentes de la Dican, la DNCD y la Dirección Central  de Investigaciones Criminales (Dicrim), en el pago de peaje".

La iglesia en este país está en manos de Lutero, el dinero sucio de sangre que proviene del narcotráfico tocó fondo, aquí quien no corre vuela, y la sociedad dominicana que es la gran perdedora de estos lamentables hechos, perdió la poca confianza que tenía a estas instituciones antidrogas.