Por Ruddy Dotel
Las religiones y los cuerpos militares son instituciones que tienen funciones distintas y reglas desiguales a la hora de actual, pues una está diseñada para la salvación espiritual del ser humano y la otra para la seguridad y protección de la soberanía de los pueblos.
Existe un acuerdo entre la Santa Sede y la República
Dominicana, de fecha 21 de enero de 1958, donde se creó el Vicariato Castrense,
mediante la Constitución Apostólica del Santo Pontífice Juan Pablo ll.
Luego el Spirituali Militum Curae, del 21 de abril de
1986, el Vicariato Castrense quedó constituido en Ordinario Castrense.
Es anti-cristiano que un pastor de oveja sirva a dos
señores, por un lado sea militar (capellán), y en la otra franja sea predicador
(sacerdote), de la palabra de Dios.
La iglesia católica en República Dominicana tiene una
Diócesis Castrense que la preside el arzobispo metropolitano de Santo Domingo,
monseñor Francisco Osoria Acosta con el rango de teniente general.
También muchos sacerdotes tienen posiciones en la
milicia de coroneles, mayores, capitanes y otros rangos en el Ejército de la
República Dominicana, de la Fuerza Aérea, de la Armada y de la Policía Nacional.
Respeto este acuerdo entre los católicos y el Estado
Dominicano, pero no lo comparto. Es una alianza anti-evangelios y anti-cristianas.
Los militares tienen el propósito de servirle a la
patria, y los curas tienen el papel bajo juramento cristiano de llevar las
palabras de Dios a todos los rincones de la geografía nacional. ¿Podemos como
sacerdote ser un servidor cercano para el Ejército?, ¿Podemos ser colaboradores
de los cuerpos castrenses?, ¿Cristo predicó algunas vez que sus pastores también
fueran capellanes militares?... Dejo estas interrogantes, para que la meditemos
con sabiduría...!!!
0 comentarios:
Publicar un comentario