BOGOTÁ. Una avalancha por la súbita crecida de tres ríos
arrasó varios barrios de Mocoa, capital del departamento selvático del
Putumayo, dejando al menos 154 muertos, unos 200 heridos y un panorama
desolador en esa ciudad colombiana declarada hoy en estado de calamidad.
El último balance de víctimas, que incluye un número
indeterminado de desaparecidos y damnificados, lo dio el presidente colombiano,
Juan Manuel Santos, en una visita que hizo hoy a la zona del desastre,
convertida en un lodazal con piedras gigantescas arrastradas por los ríos hasta
el centro mismo de esa ciudad de unos 45.000 habitantes.
“La última cifra de personas fallecidas es de 154,
una cifra realmente muy lamentable”, dijo el mandatario en su declaración sobre
esta tragedia causada por un fuerte aguacero que comenzó anoche y que hizo
desbordar el río Mocoa y sus afluentes Sangoyaco y Mulatos.
La tragedia supera el más reciente desastre natural
de Colombia, el de otra avalancha que destruyó el 18 de mayo de 2015 la
localidad de Salgar, en el departamento de Antioquia, dejando al menos 104
muertos.
Según el mandatario, “hay mucha gente desaparecida” y
se está haciendo un censo de las personas que no han sido halladas, con base en
las informaciones que están suministrando los familiares.
Ascienden a 154 los muertos por una avalancha en
Colombia.
Entre las víctimas hay 10 niños que todavía no han
encontrado a sus padres y están bajo los cuidados del Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar (ICBF), entidad oficial de protección a la infancia.
El propio alcalde de Mocoa, José Antonio Castro,
quien no ha podido llegar a la ciudad porque ayer estaba en un congreso de
municipios en Cartagena de Indias, dijo a periodistas en Bogotá que él también
está entre los damnificados porque la avalancha se llevó su casa, pero su
familia está a salvo.
La magnitud de la catástrofe se agrava por el
aislamiento de esta zona de Colombia, situada en la región amazónica, en la
frontera con Ecuador, que carece de suficientes vías de acceso, pues solo se
puede llegar a Mocoa por vía aérea o por precarias carreteras que la comunican
tras varias horas de viaje con las ciudades de Neiva y Pasto.
Los habitantes de Mocoa, acostumbrados a convivir con
una naturaleza de selva y ríos caudalosos, fueron sorprendidos anoche por el
inusual aguacero que sacó de su cauce los tres que pasan cerca de la ciudad y que,
convertidos en una riada de agua y piedras, se llevaron todo lo que encontraron
a su paso.
Hoy, con una resignación admirable, ayudaban a
soldados, policías y socorristas a buscar víctimas entre los escombros en que
quedaron convertidas sus casas.
El presidente explicó que anoche cayó en Mocoa cerca
del 45 % de la lluvia que normalmente cae en un mes, y ese volumen de agua “produjo
la avalancha”.
La riada pasó por 17 barrios, de los cuales los más
afectados fueron los de San Miguel, Progreso e Independencia, que están más
cercanos al curso del río Mocoa, según dijo a Efe por teléfono el comandante de
la Brigada 27 del Ejército, general Adolfo Hernández.
La tragedia agotó la capacidad de los servicios médicos
de Mocoa, pues pese a que los hospitales no fueron afectados, sí se vieron
desbordados por la emergencia.
“El hospital de Mocoa, el José María Hernández,
colapsó desde temprano y están atendiendo a las personas en otros lugares con
ayuda de personal médico que ha llegado de otros municipios del Putumayo”,
manifestó el jefe militar.
El Ministerio de Defensa envío cinco aviones de la
Fuerza Aérea Colombiana (FAC), cuatro helicópteros del Ejército y tres de la
Policía con personal médico, como parte de un contingente de 1.120 miembros de
las Fuerzas Armadas que ayudan a los damnificados, entre los cuales también hay
150 miembros del Batallón de Ingenieros Militares.
Según explicó el presidente Santos, la calamidad pública
declarada en Mocoa permitirá tomar todas las medidas necesarias para socorrer a
sus habitantes, como el envío de camiones cisterna con agua potable y de
plantas eléctricas ya que la ciudad está sin electricidad.
Ante los temores de la población a nuevas avalanchas,
el general Hernández aseguró a Efe que un helicóptero de la FAC hizo un
sobrevuelo por la zona y constató que no hay represamiento de los ríos, pero “de
pronto, por precaución, se podrían evacuar algunos barrios que están en riesgo
si llegan a presentarse más lluvias”.
Santos también dijo que la posibilidad de otras
avalanchas no se puede descartar, pero es poco probable que ocurran porque “las
lluvias no van a ser tan intensas como ayer”, lo que limita la posibilidad de
que haya más aludes. EFE
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