Un niño de 12 años fue detenido en Australia tras
recorrer 1.300 km al volante de un coche, tercera parte de un trayecto por el
interior del país que pretendía atravesar de este a oeste, indicaron este
domingo las autoridades.
La aventura del joven conductor acabó en la ciudad
minera de Broken Hill. El niño fue traicionado por un parachoques roto, que
arrastraba por el suelo, según un comunicado de la policía del Estado de Nueva
Gales del sur.
“Las verificaciones permitieron revelar que el
conductor era una niño de 12 años que quería ir de Kendall a Perth”, añadió la
policía, y precisó que el joven fue detenido.
En total, 4.000 kilómetros separan su punto de
partida, la localidad de Kendall en el este de Australia, de Perth, su destino
final, completamente al oeste.
En automovil, se trata de un difícil viaje de unas 40
horas. El viajero atraviesa el país pasando por los desiertos más duros del
mundo, como la inmensa región de Nullabor Plain, donde en medio de un calor
abrumador apenas sobreviven pequeños animales y escasa vegetación.
La oficina de turismo australiana aconseja a los conductores
prever unas seis horas solamente para atravesar Nullabor, y llevar consigo “reservas
suplementarias de carburante, así como mucha agua y alimentos”. Ensegundos.do
0 comentarios:
Publicar un comentario