Han
pasado 25 años desde que Pablo Escobar Gaviria, el mayor capo de la droga murió
en Colombia y su fortuna sigue haciendo historia. La revista Semana dio a
conocer el hasta ahora desconocido primer testamento de Escobar, que realizó en
1980 durante su campaña política acompañado del Partido Liberal.
El
documento inédito no específica cifras de dinero, ni tiene los anexos de las
sucesiones de las propiedades, pero existe el registro de las obras de arte y
antigüedades de la familia Escobar Henao, que incluía piezas de Salvador Dalí,
Auguste Rodin, Fernando Botero y otros. Todas habrían sido repartidas y
vendidas en Colombia para pagar deudas, aunque parte de la fortuna de Escobar
continuaría en manos de sus cercanos.
El
tres de octubre de 1980, Escobar fue a la Notaría Cuarta de Medellín para
firmar el documento de la repartición de sus bienes. En el testamento, Pablo
Emilio Escobar Gaviria, explicó que en caso de morir la mitad de sus bienes serían
para su esposa, Victoria Eugenia Henao. Para la fecha, Escobar solo tenía un
hijo, Juan Pablo Escobar, que recibiría lo que le correspondiera por ley, además
de toda la colección de vehículos antiguos y clásicos. En el caso de los padres
y hermanos de Pablo Escobar obtendrían el 99% de la cuarta parte de toda la
fortuna y el 1% para una tía.
Juan
Pablo Escobar, reconoce la existencia del testamento en el libro Mi Padre, en
el que relata “Estábamos dispuestos a cumplir al pie de la letra su voluntad
expresada en que el 50% le correspondía a mi madre como socia conyugal, el 37,5%
era para mí y el 12,5% restante, denominado la Cuarta Libre Disposición, para
mis abuelos, Hemilda y Abel, para mis tíos paternos y una tía suya.”, sostuvo.
En 1984
nació Manuela Escobar, la única hija de Pablo Escobar, en el mismo momento en
que ocurría la persecución contra los extraditables, motivos suficientes para
que Escobar decidiera hacer un segundo testamento. Este último documento indica
que a su hija le correspondería la “cuarta de mejoras que la ley otorga”,
incluyendo bienes, muebles, enseres, porcelanas, adornos o electrodomésticos.
En
este segundo testamento, Escobar dejó fuera de la repartición de sus bienes a
algunos de sus hermanos. Mientras que solo declaró una fortuna cercana a los US
$120 millones, un monto que no concuerda debido a que Forbes a finales de los 80’
llegó a tasar el patrimonio de Pablo Escobar en unos US$ 3.500 millones.
La
herencia de Escobar, el capo más grande de la droga vuelve a la palestra después
que el Juzgado Primero de Antioquia especializado en extinción de dominio
decidió embargar 16 bienes muebles e inmuebles que estaban a nombre de Aura
Ofelia Vásquez y de Luz Marina Velásquez Velásquez, quienes son madre y hermana
de John Jairo Velásquez, alías “Popeye”, uno de los pocos terratenientes del
legado de Escobar.
No
solo la familia de “Popeye” perdió bienes por provenir de actividades ilícitas,
también se declaró la extinción de dominio de dos locales comerciales en Domo,
un centro comercial de El Poblado y automóvil Mercedes-Benz de 1997 con matrícula
LX 1865, que pertenecía a Victoria Henao Vallejo, esposa de Escobar.
La
familia Escobar, la viuda y sus dos hijos viven desde 1994 en Argentina. Tras
un fallido ingreso a Alemania, el gobierno de Colombia les dio nuevas
identidades y decidieron vivir en Buenos Aires. La familia se mantuvo en
silencio hasta que Juan Pablo Escobar, ahora Juan Sebastián Marroquín decidió publicar
dos libros sobre su padre.
Existen
varias propiedades que eran de Pablo Escobar y que la justicia no ha tocado. En
2001, cuando falleció Abel, padre de Escobar se reveló que tenía pasivos
mayores a US$ 105.000, además de 13 lotes con un valor para ese año de US $ 45.000,
según un documento presentado ante el Juzgado Once de Familia de Medellín.
En
el libro Mi Padre, Juan Pablo aseguró que su abuela, Hermilda Gaviria y sus tías
se quedaron con gran parte de la herencia y sostiene que “(…) los Escobar
Gaviria recibieron numerosas propiedades libres de apremios judiciales. Los
bienes en su mayoría rurales, lotes en Medellín, la casa azul en Las Palmas, un
departamento cerca de la Cuarta Brigada y la casa del barrio de Los Colores”.
En
una entrevista con el diario El País en octubre de 2017, el hijo de Escobar
aseguró que la familia nunca vio el dinero y que la fortuna terminó en manos
del cartel de Cali y de otros a cambio de no matarlos. “Nos exigieron que
entregáramos la totalidad de los bienes como parte del botín de guerra. La
consigna era simple: si esconden una sola moneda los matamos”. latercera.com
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