"Si
nosotros salimos de la iglesia murmurando unos de otros, la Misa no ha entrado
en nosotros. Cada vez que salgo de la Misa debo salir mejor de lo que he
entrado, con más ganas de dar testimonio cristiano", ha recalcado el Pontífice.
En
este sentido, ha recordado que se sale de la Iglesia para ir en paz, para
llevar la bendición de Dios a las casas, a los ambientes en los que se vive y
se trabaja, glorificando a Dios con cada vida. "No podemos olvidar que
celebramos la Eucaristía para aprender a ser hombres y mujeres eucarísticos,
dejando que Cristo actúe en nuestras vidas", ha asegurado.
Francisco
ha explicado cómo después de la oración de la comunión, la misa termina "con
la bendición y el saludo al pueblo" de manera que "concluye igual que
iniciaba con el signo de la cruz, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo".
Al
terminar la reflexión, el Papa ha saludado a los peregrinos de lengua española
venidos de España y Latinoamérica ante los que ha señalado que esta semana de
Pascua representa "la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte".
"Los invito a nutrirse constantemente de la Eucaristía, dejándose renovar
con el encuentro real con Jesús, hasta que gustemos plenamente del banquete que
nos tiene preparado por toda la eternidad", ha concluido. Listin Diario
0 comentarios:
Publicar un comentario