Huracanes, terremotos, extraños fenómenos atmosféricos,
activación masiva de volcanes, misteriosos incendios forestales, sequías e
inundaciones, nos ha llevado a preguntarnos ¿Se acerca el fin del mundo?
Resulta llamativo para cierta porción de la población
percibir estas catástrofes como señales apocalípticas, para otros estas
devastaciones naturales no son un augurio que “el mundo se va a terminar”, sino
una muestra que vivimos en un planeta vivo, con actividad constante y los
desastres naturales son una consecuencia de ello.
Los expertos sobre cambio climático afirman que el número
de desastres naturales ha aumentado a consecuencia directa del mismo y que, de
no tomar medidas, la situación empeorará en el futuro. Algunas teorías apuntan
que el núcleo de la tierra se ha ido debilitando, afectando así al campo magnético
del planeta creando catástrofes naturales sobre las cuales no tenemos
injerencia alguna. Este conocimiento sobre los fenómenos naturales ha hecho que
el ser humano pueda adaptarse y desarrollar una serie de técnicas que
combinados con la tecnología los ha detectado y hecho posible reducir sus
efectos destructivos.
Sin embargo, para muchas personas la ciencia no basta
cuando hay tanto en juego y consideran que los fenómenos posteriores no son
simples casualidades, ya que sospechan que todos estos eventos están
relacionados entre sí e incluso se les han atribuido causas sobrenaturales o
divinas.
Indica el portal s21.gt que la Biblia
contienen profecías respecto al final de los tiempos. Hacer referencia sobre
todas ellas y organizarlas sería complicado por lo que no entraremos en detalle.
Pero, he aquí un breve sumario: Cristo arrebatará a todos los creyentes en el rapto,
vendrá el anticristo, habrá un periodo de tribulación de 7 años. El anticristo
lanzará un ataque final sobre Jerusalén desencadenando en la Batalla del
Armagedón en la cual Jesucristo regresará, destruirá al anticristo y sus ejércitos
y entonces juzgará a los incrédulos y luego creará Nuevos Cielos y Nueva Tierra
que será la morada eterna de los creyentes.
Jesús en Mateo 24 nos dice las señales específicas
que deben ocurrir antes que el final se aproxime. En los versículos del 3-14,
Jesús las describe como “dolores de parto” a las señales que indicarán que su
regreso está cerca, los cuales comenzarán leves y espaciados, pero se
incrementarán como nunca, tanto en frecuencia como en intensidad conforme se
aproxima el momento del alumbramiento. Los “dolores de parto” que Jesús
describe son estos: el surgimiento de falsos Mesías; guerras y rumores de
guerras; hambrunas y desastres naturales; incremento en la persecución de la
iglesia de Jesucristo; apostasía; y finalmente, el incremento de la maldad.
Al dar un vistazo en la historia reciente de fenómenos
naturales y notar que la línea entre el bien y el mal ha sido prácticamente
borrada, y sin ánimos de ser apocalíptico o escatológico, pero como cristiano
interpreto que estamos en el último capítulo de la humanidad sobre esta tierra
y que cada paso nos acerca más a ese día que inevitablemente vendrá en el
futuro. Sin embargo, hay que recalcar que la Biblia repetidas veces aclara que
nadie sabe el día y la hora, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo Dios.
En vez de llenarnos de temor cada vez que hay un
desastre natural, o adoptar un sentido de neutralidad espiritual y hacernos
torpes en nuestra propia opinión. Es mejor tener la actitud correcta y estar en
el camino correcto porque el mensaje bíblico de los tiempos finales es veraz. Jeremías
6:16 dice “Deténganse en los caminos y miren; pregunten por los senderos
antiguos. Pregunten por el buen camino, y no se aparten de él. Así hallarán el
descanso anhelado.”
Para aquellos que tratan de descifrar el final de los
tiempos, para entonces empezar a prepararse, les recuerdo que desde la partida
de Cristo hemos sobrevivido a más de 200 “fines del mundo” y seguimos contando,
porque a cada cierto tiempo salen nuevas profecías sobre el final de los
tiempos. Una cosa es dudar de los cálculos humanos sobre el final de los
tiempos; y otra cosa son ignorar el incremento desmesurado de la inmoralidad,
de la mano con el desencadenamiento de guerras y eventos catastróficos que
nadie puede negar.
Por consiguiente, lo único que podemos estar seguros
es que “el fin del mundo” algún día ocurrirá. El ser humano necesita tomar la
decisión más importante de su vida, sobre en dónde desea pasar su eternidad.
Opino que el “último capítulo” de la historia de la
humanidad está siendo escrito, pero Dios da a las personas un anticipo de la
victoria final sobre la maldad y la muerte, y les ofrece su salvación y el estímulo
que necesitan para seguir en la carrera de la fe hasta llegar a la meta.
El mensaje principal de Apocalipsis no es destrucción,
sino “¡Dios ganará!” Aquellos que están viviendo en un mundo de tinieblas deben
ser sacudidos de su sueño espiritual y advertidos a arrepentirse, porque sólo
en Jesucristo hay salvación.
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