La Guerra de la Restauración se llevó a cabo en Santo Domingo
Este jueves la República Dominicana conmemora el 155 aniversario de la gesta de la Restauración, que encabezó el patriota Gregorio Luperón.
La Guerra de la Restauración fue una guerra llevada a cabo en Santo Domingo desde 1863 hasta 1865 entre los dominicanos y España, que el conservadurismo dominicano había invitado de nuevo a tomar posesión del país 17 años después de la Guerra de Independencia contra la República Haitiana y 42 años después de que los habitantes de la parte oriental se declararan independientes de España.
Rodríguez hizo una audaz incursión en el cerro de Capotillo,
provincia Dajabón e izaron el pabellón dominicano. Esta acción, conocida
como el Grito de Capotillo, fue el comienzo de la guerra.
Una ciudad tras otra en el Cibao se unieron a la rebelión, y el 13 de septiembre, un ejército de 6,000 dominicanos se atrincheró en la Fortaleza San Luis, en Santiago.
Los rebeldes establecieron un nuevo gobierno al día siguiente, con José Antonio ¨Pepillo¨ Salcedo como presidente, e inmediatamente calificó a Santana, que ahora era líder de las fuerzas españolas, como traidor.
Salcedo intentó pedir ayuda a los Estados Unidos, pero fue rechazada. El conflicto terminó con la victoria dominicana y la retirada de las fuerzas españolas del país.
Aunque muchas ciudades dominicanas y la agricultura en todo el país
fueron destruidas (a excepción del tabaco) durante la guerra, la Guerra
de Restauración trajo un nuevo nivel de orgullo nacional a la República
Dominicana.
La victoria dominicana también le demostró a los cubanos y
puertorriqueños que España podía ser derrotada. Por otro lado, en la
política local, el liderazgo durante la guerra se concentró en las manos
de pocos caudillos regionales, quienes podían ordenar la lealtad de las
regiones. Este sistema de poder político se mantuvo hasta finales del
siglo XX.
La política dominicana se mantuvo inestable durante los próximos
años. Pimentel fue presidente durante sólo cinco meses antes de ser
reemplazado por José María Cabral.
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