Santo Domingo.- Con
nueve intentos de suicidio, sus padres ya veían la actitud de Belkys,
de 16 años, como un “chantaje” para llamar la atención.
Rossy, de 22 años, estaba abatida por la tristeza y no paraba de llorar por la muerte de su hijo de cinco años que había tenido siendo una adolescente. A Lewis, de 16 años, una ruptura sentimental lo sumió en una profunda depresión que lo llevó a encerrarse y a descuidar hasta su higiene personal.
Belkys, Rossy y Lenny tienen algo en común: Pasaron a engrosar la fatídica estadística de 4,094 personas que se han quitado la vida en los últimos siete años en el país, un promedio de 585 por año, la mayoría en edad reproductiva.
Por casos similares y cada día más frecuentes, tomando en cuenta también que el suicidio es la segunda causa de muerte entre jóvenes con edades entre 15 y 29 años en el mundo, el próximo miércoles 10 de octubre, cuando se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, el foco está puesto en los niños, adolescentes y adultos jóvenes, debido a que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la mayoría de las personas los trastornos mentales se desarrollan antes de los 14 años.
Bajo el lema “Los jóvenes y la salud mental en un mundo de transformación”, el organismo de Naciones Unidas precisa que en la adolescencia y los primeros años de la edad adulta se producen cambios físicos, emocionales e intelectuales que para muchos es una época apasionante, pero también puede ser causa de estrés o aprensión.
A esto se suma el uso intensivo de las tecnologías por parte de niños y adolescentes, que aunque aporta muchos beneficios, también puede generar tensiones y riesgos adicionales.
El organismo especializado en gestionar políticas de prevención, promoción e intervención en salud a nivel mundial y sicólogos consultados por LISTÍN DIARIO, coinciden en que un elemento preocupante es que la mayoría de los trastornos mentales en adolescentes y jóvenes no son identificados y tratados oportunamente.
Rossy, de 22 años, estaba abatida por la tristeza y no paraba de llorar por la muerte de su hijo de cinco años que había tenido siendo una adolescente. A Lewis, de 16 años, una ruptura sentimental lo sumió en una profunda depresión que lo llevó a encerrarse y a descuidar hasta su higiene personal.
Belkys, Rossy y Lenny tienen algo en común: Pasaron a engrosar la fatídica estadística de 4,094 personas que se han quitado la vida en los últimos siete años en el país, un promedio de 585 por año, la mayoría en edad reproductiva.
Por casos similares y cada día más frecuentes, tomando en cuenta también que el suicidio es la segunda causa de muerte entre jóvenes con edades entre 15 y 29 años en el mundo, el próximo miércoles 10 de octubre, cuando se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, el foco está puesto en los niños, adolescentes y adultos jóvenes, debido a que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la mayoría de las personas los trastornos mentales se desarrollan antes de los 14 años.
Bajo el lema “Los jóvenes y la salud mental en un mundo de transformación”, el organismo de Naciones Unidas precisa que en la adolescencia y los primeros años de la edad adulta se producen cambios físicos, emocionales e intelectuales que para muchos es una época apasionante, pero también puede ser causa de estrés o aprensión.
A esto se suma el uso intensivo de las tecnologías por parte de niños y adolescentes, que aunque aporta muchos beneficios, también puede generar tensiones y riesgos adicionales.
El organismo especializado en gestionar políticas de prevención, promoción e intervención en salud a nivel mundial y sicólogos consultados por LISTÍN DIARIO, coinciden en que un elemento preocupante es que la mayoría de los trastornos mentales en adolescentes y jóvenes no son identificados y tratados oportunamente.
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