![Resultado de imagen para Eliminar el Castigo Físico: Una Tarea Pendiente](https://i.blogs.es/fb5251/gifle-dr-192008/450_1000.jpg)
Es
realmente alarmante el nivel de desconocimiento que posee la población en
general, (especialmente los padres) sobre las consecuencias negativas del
castigo físico y/o verbal como forma de corrección de niños, niñas y
adolescentes.
A
pesar de que se ha establecido la Ley 136-03 (Código para la protección de los derechos de los niños, niñas y
adolescentes) no ha sido posible poner control en el entorno familiar para
evitar que especialmente los padres y madres comprendan que los castigos
físicos y las palabras hirientes no ayudan a los niños a ser mejores personas,
más bien los lesiona.
Informes
de la UNICEF revelan que el 83% de los niños entre 2 y 14 años en República
Dominicana reciben castigos físicos o psicológicos en los hogares.
Cuando
los organismos de protección a la infancia presentan informes, habremos de
suponer que las cifras son mayores, debido a que dar información completa sobre
la magnitud y los tipos de violencia contra niños y niñas no es posible, pues
la mayoría de estos casos rara vez son denunciados; pero por lo mismo
representan un parámetro que debe llamar a toda la población a la reflexión.
Consecuencias
del castigo físico:
-
El castigo deja
secuelas en los niños y niñas que lo marcan de por vida (Daños físicos
permanentes, baja autoestima, depresión, sentimientos de culpa, rabia,
dificultades de aprendizaje, etc.)
-
Aceptación de la
violencia como un método eficaz de resolver conflictos.
-
Escape de hogar a
temprana edad.
-
Búsqueda de refugio en
grupos de gangas y pandillas, etc.
Es
importante, que cada padre y madre reflexione sobre el castigo físico, el cual no
los ayuda en el propósito de hacer de sus hijos e hijas personas de bien, sino
que los empujan abrir un efecto
contrario.
Es
por lo anteriormente expuesto, que hacemos un llamado a los padres y madres a empoderarse
de una crianza positiva, basada en el diálogo y la comunicación, cargada de amor
y afecto hacia sus hijos, y romper así con la cultura de castigo físico, ya que
no aporta nada positivo, más bien crea traumas y trastornos en los hijos.
Los niños, niñas y
adolescentes tienen derecho a vivir sin violencia y a recibir un buen trato.
(Ley 136-03, Código del Menor)
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