Por Marcos Contreras. – Un mes y once días han transcurrido desde que Ana Cecilia Morum Solano, exdirectora Ejecutiva del Consejo Nacional Para La Niñez (CONANI), renunció a ese organismo y desde entonces el presidente de la República, Luis Abinader, no ha designado a nadie en el órgano rector de la política infantil del país caribeño.
En la última semana dos hechos han puesto los reflectores de la población sobre el Conani, cuestionando la operatividad y la rigurosidad con la que debería contar una institución de su naturaleza.
El primero es el caso de una adolescente de 12 años que cayó de la azotea de la casa de acogida ubicada en la avenida V Centenario del Distrito Nacional, mientras participaba en actividades deportivas.
La niña fue intervenida quirúrgicamente en el hospital Pediátrico Dr. Hugo Mendoza (HPHM), luego de monitoreársele mediante estudios médicos un trauma cráneo encefálico, una lesión medular y una fractura de columna dorsal.
Las autoridades médicas que supervisan su estado revelaron que los primeros días se mantuvo en una coma inducido o sedación debido a las lesiones que sufrió.
Otro hecho fue la fuga de ocho menores la madrugada del pasado jueves. Tras el hecho que tuvo lugar en el mismo recinto donde se produjo el primer caso, las autoridades de la sede dieron con dos de las jovencitas, una de las cuales retornó por sí misma.
La entidad informó este viernes mediante un comunicado que de las ocho escapadas, cuatro ya están devuelta.
La fuga se produce en momentos en que la institución se encuentra en un proceso reubicación de las jóvenes albergadas en el hogar de paso V Centenario en varias asociaciones sin fines de lucro (ASFL).
El Ministerio Público explicó que se mantiene alerta sobre ambos casos y que realiza las investigaciones correspondientes.
La primera Dama y presidenta del Gabinete de Niñez y Adolescencia, Raquel Arbaje, manifestó recientemente que las últimas semanas han sido “días difíciles”, debido a los casos ocurridos en esta institución y en el Centro de Atención Integral a la Primera Infancia (Caipi), donde un niño de un año y nueve meses murió ahogado en una cubeta mientras estaba bajo el cuidado del personal de un centro en municipio San Francisco de Macorís, provincia Duarte.
Fuente N Digital
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