El resfriado común es un síndrome frecuente, benigno, usualmente autolimitado y leve, que afecta la vía aérea superior formada por la nariz, cavidad nasal y faringe.
Pura Arlene Modesto Gutiérrez, neumóloga-internista de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), explica que mientras avanza el año, y pasa de una estación a otra, se registra un aumento de este y otros casos de virus respiratorios.
“Típicamente se ven más casos en las temporadas de invierno y primavera, esto se debe al comportamiento estacional de algunos de estos virus. Los rinovirus y virus parainfluenza suelen afectar en las temporadas de otoño y primavera tardía, los coronavirus y el virus sincitial respiratorio, durante el invierno y primavera”, detalla la experta.
La médica agrega que también existe el caso del virus de la influenza, el cual se conoce por causar grandes epidemias y que en países de climas templados tienen un pico en los meses de invierno y en los países de clima tropical o subtropical, como en la República Dominicana, donde se pueden observar picos en los meses más fríos y en las temporadas de lluvia.
Modesto destaca que el resfriado común es causado por miembros de distintas familias de virus; se transmiten a través del contacto con gotitas de flush producidas por la tos o el estornudo de una persona afectada o el contacto de las manos con superficies contaminadas donde las partículas virales pueden permanecer viables por hasta dos horas.
Tipos de virus
La especialista apunta que se han identificado más de 200 subtipos de
virus causantes de esta enfermedad; el rinovirus es el agente causal más
frecuente, siendo responsable de un 40 a 50 % de los casos, otros virus
asociados son el adenovirus, conocido por causar brotes en lugares de
aglomeración, guarderías y escuelas donde se afectan los más pequeños de
la casa que luego pasan a contagiar a sus padres.
Los coronavirus, metaneumovirus, virus de parainfluenza e influenza y el virus sincitial respiratorio, son otros también asociados.
La neumóloga refiere que en personas con enfermedades respiratorias crónicas como asma, enfisema (afección pulmonar que causa dificultad para respirar), fibrosis pulmonar, aquellos con deficiencias del sistema inmune, malnutrición, fumadores o en edades extremas (menos de cinco o más de 65 años) tienen más riesgo de presentar síntomas severos o desarrollar bronquitis aguda o neumonía secundaria a esta afección viral.
Diagnóstico
Para el diagnóstico es importante acudir a un especialista, quien le
preguntará por los síntomas que presenta, cuáles son, cuándo iniciaron y
procederá a examinarlo cuidadosamente, este examen es importante ya que
aunque se cuenta con pruebas para la detección de estos virus como PCR y
paneles respiratorios, estos resultan ser muy costosos, no son
cubiertos por las aseguradoras y frecuentemente no son necesarios
(excepto en la influenza), pues lo más importante es descartar mediante
una correcta evaluación, la afectación de la vía aérea inferior y
desarrollo de neumonía, lo cual se hace mediante examen físico y en
algunos casos indicando una radiografía de tórax.
Tratamiento
La galena afirma que el tratamiento se basa en el manejo de los
síntomas, uso de analgésicos, combinaciones de antihistamínicos y
descongestionantes, expectorantes o en caso de presentar tos muy
persistente, fármacos para ayudar a controlar la misma.
En personas con enfermedades preexistentes como la rinitis, sinusitis o el asma, que pueden presentar una exacerbación, se trata la misma de una manera eficiente con el fin de evitar visitas a la emergencia, manifiesta Modesto.
La neumóloga advierte que no se debe usar antibióticos, pues estos no combaten los virus y ponen al paciente en riesgo de desarrollar resistencia bacteriana en futuros casos para los que estos sí sean necesarios.
En particular, con la influenza, se cuenta con una terapia antiviral dirigida (oseltamivir), la cual debe indicarse idealmente en las primeras 48 horas del desarrollo de los síntomas, ahí radica la importancia de acudir a su médico en la etapa inicial de la enfermedad y no como frecuentemente se observa en consultas, que los pacientes acuden luego de tener siete o más días enfermos, y luego de automedicarse.
Vitaminas
Sobre el rol de las vitaminas, C, D, zinc, aunque la evidencia que hay
hasta el momento es débil o poco concluyente, algunos estudios reportan
una reducción en la duración de los síntomas en las personas que las
toman de manera regular, sin embargo, no reducen la posibilidad de
padecer la infección, de acuerdo a la neumóloga.
Protección
— Acciones a realizar
Algunas acciones que se pueden realizar para proteger a los adultos y
los niños de estos males de la salud: evitar ambientes fríos y cambios
bruscos de temperatura, asimismo, tener una vida sana y seguir una dieta
equilibrada con frutas y verduras.
Qué se aconseja para prevenir este virus
Para prevenir el contagio se recomienda, lavar las manos frecuentemente,
distanciarse de personas sintomáticas. Es de ayuda limpiar las
superficies donde el enfermo tenga contacto con soluciones limpiadoras
viricidas con fenol o alcohol.
También se recomienda la vacunación anual contra influenza y mantener una adecuada hidratación y alimentación balanceada.
Fuente Periódico El Día
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