Tiene que ir más allá de la mera preocupación y el consiguiente lamento
la información servida por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos
Naturales, de que los cuerpos de bomberos sofocaron, en varios puntos de
República Dominicana, alrededor de 55 incendios forestales nada más
durante los días de asueto de Semana Santa.
El ministerio
atribuye estos fuegos, en su mayoría, a la práctica del conuquismo, un
mal indicador prácticamente al comenzar el año si nos atenemos a que
durante 2023 se registró un aumento de 442.49% con respecto al 2022.
O
sea, según la información sustentada en la memoria institucional 2023
del Ministerio de Medio Ambiente remitida al Congreso Nacional el pasado
27 de febrero, hubo un total de 854 eventos de incendios forestales,
mientras que en 2022 fueron reportados 193 incidentes de esta
naturaleza, en los que el pino criollo es la cubierta de bosques más
afectada, y el Parque Nacional Valle Nuevo el área con la mayor
extensión de zonas impactadas.
En este delicado asunto se debe
actuar con el castigo que corresponde a los culpables y trascender la
simple denuncia o el encomio de las autoridades a cargo sobre el
supuesto fortalecimiento de la capacidad de respuesta.
Nos
explicamos mejor. Con la información de que durante la Semana Santa se
registraron más de 55 fuegos forestales, Medio Ambiente se limitó a
sindicar su origen en el conuquismo y a recordar a los agricultores que
el país se encuentra en la época de sequía, por lo que recomienda tomar
las precauciones correspondientes porque pueden impactar negativamente
en los bosques y en la biodiversidad del país.
¿Cuántos fueron
apresados y sometidos por estos 55 incendios? No se sabe aún, en tanto
que con los 854 incendios de 2023, pese a la elevada cantidad, hasta
abril del año pasado había 43 personas apresadas por esta causa, según
el Ministerio de Medio Ambiente.
Si se comprobase que fueron
provocados por manos criminales, tiene que haber consecuencias legales y
someter a la Justicia a los responsables.
No hay que abundar
demasiado, y hasta pudiera parecer ocioso, sobre la importancia de los
bosques para la preservación de la vida humana.
Y más en estos
tiempos cuando el calentamiento global y el cambio climático arrinconan a
todas las especies con una amenaza de extinción que asoma inexorable y
cada vez más cercana.
Fuente EL Caribe
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