Por Edelvis GH
Para el presidente del Consejo Dominicano de la Unidad
Evangélica, pastor Fidel Merán, vale mucho,
desde su miope visión, un aspirante a un cargo político que haya votado por la
reelección de Danilo sin importar el dinero dilapidado del Erario; o el
candidato equis, cómplice y protagonista del endeudamiento exagerado, pero, que
sin importar lo expuesto, se proclame enemigo de los gays, antihaitiano y
opuesto al aborto terapéutico.
Para el fanático, sectario, chantajista y manipulador pastor
Fidel Merán también tiene más valor un congresista que haya apoyado el préstamo
para la instalación de la planta a carbón en Punta Catalina, que envuelve un
escandaloso acto de corrupción, y que lesiona el interés y la soberanía
nacional.
Para el encerrado pastor, falso patriota y conservador Fidel
Merán, tiene más valor quien votó a favor de un contrato amañado, sin haber
leído las clausulas del acuerdo en el Congreso, y que permitió la instalación de la Barrick
Gold en Sánchez Ramírez.
Así, igual, Pared Pérez, creador de barrilitos y cofrecitos,
o la corrupta de Dajabón Sonia Mateo, serían mejor para el país que Tolentino
Dipp y Guadalupe Valdez, opuestos al
endeudamiento, a la corrupción; que enfrentaron
la reelección.
El único requisito para ser un buen candidato, según el
fanatismo, es simplemente proclamarse patriota, ser antihaitiano; arremeter en contra de quienes apoyan el
aborto terapéutico y en contra de los
homosexuales; y no importa que estafe, endeude, manipule y compre conciencia.
Bajo ese esquema, totalmente alocado y tremendista del Merán, reúnen el perfil
para dirigir el país.
¿Es ese pastor quién va a orientar a su rebaño sobre quién es
buen o mal candidato? ¡Que Dios nos agarre confesados!, pues seguiremos, si es por este farsante,
gobernados por los mismos que han llevado al país al atolladero.
¡Estamos jodidos!¡Bien jodidos!
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