Por Edelvis GH
Cuando 198 expedicionarios vinieron desde Cuba en 1959 tenían como objetivos derrocar a Trujillo y establecer un gobierno democrático, que garantizara derecho a la salud, a la vivienda, protección a la producción criolla, un amplio programa cultural y educativo, la repartición de las tierras a los campesinos, entre otras ideas.
Por eso, al escuchar la verborrea oportunista de la poderosa mafia del país, el PLD, tras la muerte de Mayobanex Vargas en Bonao, uno de los expedicionarios, sentimos una profunda nausea y desazón, porue nada hac el PLD que concuerde c
Y eso era muy típico de los tiranos. Trujillo, por ejemplo, se hacía pasar por duartiano y simplemente era racista y antihaitiano; Batista, con la figura de Martí, en Cuba; Pérez Jiménez de Venezuela, caso Simón Bolívar. O sea, estamos hoy día, otra vez, ante prácticas bien mañosas y viejas, y apoyadas en una maquinaria de lenguas vendidas.
Danilo y su cúpula de mafiosos, constituyen la negación absoluta al ideal de la Raza Inmortal, y ningún gobierno, tras el ajusticiamiento de Trujillo, ha puesto mínimamente un granito de arena para seguir la senda de esos valiosos jóvenes expedicionarios, a excepción del intento boschista del 63. Y por supuesto, el PLD, fundado por Bosch, ha sido el partido que más ha corrompido el alma nacional en toda la historia republicana, muestra un profundo desprecio por el Programa emancipador del 59.
Lógicamente que el desprecio no se expresa con palabras, sino con hechos: abandono de los sectores empobrecidos, descuidando la salud, siendo muy común ver morir una enorme masas de dominicanos ante enfermedades prevenibles en almacenes llamados hospitales, sin equipos ni medicamentos; o en los centenares de miles de niños deambulando; súmele, además, un peligroso proceso de endeudamiento con esos sectores, con gringos, brasileños, venezolanos y europeos, a muchos de los cuales ya les han entregado muelles, carreteras, aeropuertos, bosques y ríos para que los depreden en un terrible modelo neoliberal que privatiza y vende a precio de vaca muerta, lo que contradice también el ideal de la Raza Inmortal de fortalecer la producción criolla.
El grueso de la población “vive” sin seguridad social, y millares de ancianos carentes de una pensión digna después de agotar los mejores años de su vida en los trabajos más inhumanos, como los picadores de caña, que hoy luchan detrás de 5 mil pesos, a sabiendas de que casi todo el dinero recaudado a través de exagerados impuestos, de los fondos de pensiones, de los fraudes y robos al Estado, van a parar a las cuentas de los funcionarios endemoniados, que imposibilitan una vida de bienestar al pueblo.
¿Y qué decir de las tierras? ¿Quiénes son los poseedores de casi todo el país? Pues una añeja clase terrateniente que se apoderó grandes latifundios tras la salida de los Trujillo, y una oligarquía extranjera a la que se le entrega playas, bosques, minas carreteras…
Este es un país con una gran deuda social acumulada, caracterizado por la corrupción, la impunidad, el robo descarado, el endeudamiento, el narco, la entrega de las riquezas monumentales y naturales especialmente peledeistas y extranjeros; la potencializarían de todo tipo de mafias paridas por el gobierno. Además, de una creciente pérdida de la cohesión social y la identidad nacional, en donde el dembow ha sustituido la música nacional, y las costumbres gringas han desplazado las criollas, sin que los sinvergüenzas patrioteros que existen, muestren ningún tipo de preocupación, o iniciativa que aporte soluciones.
on el pensamiento patriótico de esa llamada Raza Inmortal del 59, de Duarte, Luperón, Manolo, Minerva, Aniana, Caamaño, Amaury, como perversos al fin, sacan ventajas a las coyunturas.
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