Una
mujer se sometió a profundas intervenciones quirúrgicas para asemejarse a una
figura que no existe.
Es
el caso de la estadounidense Pixee Fox, de 25 años, admiradora del personaje de
dibujos animados Jessica Rabbit desde que era niña y quien en un momento de su
vida decidió que quería ser exactamente como ella.
Para
conseguir este objetivo, Pixie se sometió a un aumento de pecho y a la extracción
de seis costillas. Su cintura ahora sólo mide apenas 30 cm. También se ha
retocado los labios, pómulos y el resto de su cara.
La
joven ha pasado por el bisturí 14 veces y se ha gastado unos 113 mil euros. Pero
este cambio, además de la inversión de dinero, no ha sido sencillo, ya que la
mayoría de los doctores a los que consultó se negaron rotundamente a participar
en esta idea polémica.
Es
increíble como algunas personas ponen en riesgo su salud simplemente para
llamar más la atención pasando por operaciones que no necesitan. Increíble y
grotesco.
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