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Por Antonio Taveras Mejía
Aquí los funcionarios públicos que tenemos parece que lo que quieren es con
su indiferentismo un pueblo muerto en los matices de efervescencia que mueven
de manera creadora, útil y fructífera a la raza humana y a algunos pueblos y
etnias con su creacionismo particular. Eso es lo que veo y otros también lo
ven pero no se porqué callan.
Parece que quieren también que el gran estrato social, que representan los
niños y los jóvenes y una gran masa de la población adulta sobrevivan
vegetando por ahí como zombis o simplemente inclinados a moverse en actividades
altamente nocivas y a otras destructivas como son los vicios, la prostitución,
la vagancia y otros no menos alienantes.
Yo creo que a algunos funcionarios de Bonao sólo les mueve maquinar tras
sus propios intereses y ensanchar cada vez más sus arcas. A estas
actitudes retardatarias y personalistas también se le pueden sumar algunas
instituciones privadas que mueven muchos recursos en Bonao como por ejemplo:
Falconbridge, el comercio y los bancos. Aquí hay un movimiento bancario muy
rico que no aporta nada al trabajo cultural de este pueblo.
Pienso que los encargados de cultura en la provincia Monseñor Nouel, sea en
el ayuntamiento en el Ministerio de Cultura o de cualquier otra entidad que
tenga estos mismos compromisos: velar por el crecimiento del pueblo en este
orden no están cumpliendo el rol para el que fueron designados en esos cargos,
se les ve por ahí muy orondos dedicados a otras cosas con una presunción casi
burlesca y escarnecedora cuando son abordados por los verdaderos trabajadores
de este sector tan determinante en el ir y venir múltiple que le es propio a
las poblaciones humanas.
En Bonao a muchos de los seres utópicos que realizan como entes anónimos
sus sueños artísticos se les observa muchas veces como personas indefensas y en
una orfandad tal que parece como si anduviesen en una especie de desierto donde
hay que salvar grandes distancias buscando un oasis, jadeantes, para calmar la
sed con un sorbito de agua.
Estos gladiadores de sueños irrealizados van montados en su Rocinante
imaginario con su carga de estoicismo cavilando en lo que debieron tener y no
han tenido o en lo que debieron ser y no han sido. ¡Pobre pueblo de Bonao sin
pastores auténticos y sin mecenas!
Por ahora, aquí sólo avistamos como mentores de masas a piratas a quien
solo les anima el oro de las cordilleras, el buen vino y las mansiones.
Con relación al antiguo palacio de Bellas Artes, pienso que este podría
volver a ser un excelso nido donde se puedan formar otra vez valores que lleven
muestra representatividad de utilidad artística, filosófica, cultural al ámbito
nacional y a muchos otros pueblos extranjeros; pero ese monumento esta ahí como
una ruina en una ciudad devastada y para restaurarlo existía (no sé si existe)
un comité el cual se veía envuelto en una aureola de sectarismo y exclusividad
al cual, precisamente, su misma filosofía constituyente lo ha sumergido en un
marasmo espantoso y en una situación muy estudiable.
Muchos de los artistas y escritores de Bonao caminan en la población
desempleados, hambrientos y enfermos como es el caso del eximio profesor Guaroa
Moreta Batista (quien es orador, pensador, escritor) el cual en estos momentos
no cuenta con amparo de ninguna instancia gubernamental y de ningún funcionario
en particular.
Exhorto a algunos funcionarios públicos de Bonao (gobernador, senador,
diputados, síndico, regidores, encargados de cultura) a retomar su rol de
servidores públicos auténticos (a bajar de esa colina de éxtasis, a volver al
planeta Tierra) y a poner énfasis en la misión y oportunidad que Dios y el
pueblo les otorgaron para que estos les reciproquen por la que ha sido su
manera de labrar a favor de la gran población.
Recuerden que hay ojos que son muy buenos jueces, aunque a veces muchos no
lo crean ni lo entiendan, y que a todos los fastos de la memoria histórica los
esperan.

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